Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La dirección del PP relega a Anaya tras anunciar su candidatura

Génova manda un mensaje de contudencia y eleva la tensión en la organización

José Vicente Anaya, alcalde de Ayora.

Si Génova deseaba un congreso regional del PP de la Comunitat Valenciana tranquilo y sin confrontación, las cosas comienzan a torcerse y mucho. La organización se encamina a una fractura interna cuyo alcance está por definir, pero que, en todo caso, está muy lejos de esa paz interna que todo partido desea, máxime cuando se acercan elecciones. Ni 24 horas ha dado de tregua la dirección provincial del PP al alcalde de Ayora, José Vicente Anaya. En una reunión del comité ejecutivo convocado de urgencia la tarde-noche de ayer, comunicó cambios en la ejecutiva que implican la salida en diferido de Anaya como coordinador general. Una decisión que es consecuencia directa del anuncio de éste último de presentarse como candidato a presidir el PPCV.

Vicente Mompó, la persona elegida el pasado verano por Génova para llevar las riendas del PP en la provincia de València, toma una decisión en la que muchas voces populares ven directamente la mano de la dirección nacional, que quería lanzar un aviso a navegantes. En principio pretendía el cese inmediato del alcalde de Ayora, pero finalmente y tras la negativa de éste, accedió a que conservara el puesto, pero sólo hasta que se convoque el congreso regional. En realidad, dejará de llevar el partido de facto, ya que Mompó nombra a Reme Mazzolari coordinadora general y a Avelino Mascarell, vicesecretario de Política Territorial. Serán a partir de ahora sus personas de confianza.

Anaya, en la reunión, avanzó que pedirá lo mismo a sus contrincantes, es decir, la salida de Carlos Mazón de la presidencia alicantina si finalmente es candidato. Así las cosas, están por ver las secuelas de una decisión que podría incluso remover aún más una provincia como la de València, que desde hace tiempo vive con temor el posible desembarco alicantino y la pérdida de influencia.

La destitución de Anaya mete el miedo en el cuerpo a posibles díscolos, pero puede, también, según reflexionaban anoche en el partido, servir de acicate y enervar más los ánimos en aquellos sectores disconformes con lo que consideran un ordeno y mando de Génova propio de ostras épocas.

Lo que sí es claro es que la tensión se eleva . Para el PP provincial, Anaya ha cometido el error de promocionarse cuando todavía no hay un congreso convocado y consideran incompatible su trabajo en la provincia con la campaña para presidente regional. «Hay que seguir trabajando sin distraciones», decía la nota oficial, que apuntaba que el cese en diferido y la remodelación de la cúpula había sido votada.

La decisión sentó como un jarro de agua fría. El propio alcalde de Ayora y su equipo desconocían los planes de Mompó cuando fueron convocados de urgencia via telemática.

Compartir el artículo

stats