Durante casi cuatro largas horas, Jorge Ignacio P. J., el presunto asesino en serie acusado de haber matado a Marta Calvo, Lady Marcela Vargas y Arliene Ramos, y de haberlo intentado con al menos ocho mujeres más, respondió a las preguntas que le formularon dos psiquiatras forenses para completar el examen exploratorio que determinará si puede sentarse en el banquillo y ser acusado de los casi 40 delitos que se le achacan de momento, o si padece un trastorno que le haría inimputable. De momento, no hay un solo parámetro que avale lo segundo.

Los facultativos de la sección de Psiquiatría del Instituto de Medicina Legal (IML) de València ya habían intentado una primera entrevista con el presunto asesino, pero, en esa ocasión, este se negó a colaborar aduciendo que sus abogados no le habían informado de ese trámite, de manera que no se iba a someter a las preguntas de los forenses.

Ese mismo día, el juez ordenó una segunda citación para que se llevase a efecto la exploración, una diligencia que se realiza siempre, sobre todo cuando se trata de delitos graves, como es el caso.

Jorge Ignacio P. J. llegó a la Ciudad de la Justicia a primera hora, con el resto de presos de la cárcel de Picassent trasladados a los juzgados para cumplimentar distintos trámites. A las 10.00 horas, los dos forenses iniciaron la entrevista con el acusado en la sala habilitada en el área de calabozos, en los sótanos del edificio.

Reconstrucción biográfica

A lo largo de casi cuatro horas, fue respondiendo a las preguntas que, en este primer encuentro, únicamente buscaban reconstruir la biografía del investigado, tanto la familiar y vital, como la académica —según él, llegó a realizar «tres o cuatro años» de estudios universitarios, según relató a un forense hace casi un año—, la laboral y la judicial o delictiva.

Al tratarse de un primer contacto, no se abordaron los hechos que se le imputan. En todo caso, tampoco ha trascendido qué contó o dejó de contar, y si ha llegado a mencionar por su propia voluntad algún hecho relacionado con las muertes de las tres jóvenes o los encuentros sexuales con las supervivientes.

Pasada la una y media de la tarde, la exploración fue dada por concluida, y está previsto que en las próximas semanas se fije un nuevo encuentro en el que, probablemente, se le someta a las pruebas biométricas para explorar su personalidad.

En mayo del año pasado, Jorge Ignacio P. J. ya fue entrevistado por un forense del IML, pero fue en prisión y con un único objetivo: tomarle muestras de cabello y preguntarle por sus adicciones. Las conclusiones fueron claras: que «no se apreciaban alteraciones psicopatológicas significativas» y que respecto al uso o abuso de drogas, tal como tenía el pelo en ese momento, no se podía determinar cuánto había consumido ni cuando supuestamente mató a su última víctima, Marta, el 7 de noviembre de 2019, ni antes de su detención, concretada 21 días después, el 4 de diciembre, ya que la muestra se le tomó cinco meses y 14 días y cuatro meses y 17 días después, respectivamente. El pelo crece de media un centímetro por mes, y esa es la muestra mínima para que el análisis sea fiable, por lo que, obviamente, los cabellos más cortos de esa longitud simplemente no sirven.

Además del informe del IML, el juez está pendiente de recibir un estudio encargado por tres de las acusaciones particulares al reconocido psicólogo y especialista en piscópatas y asesinos en serie Vicente Garrido, que tiene por objeto determinar, a partir de todos los rasgos y acciones del investigado, que, efectivamente, se trata de un ‘serial killer’ que utiliza como arma homicida la administración de cocaína muy pura y en cantidades letales en los genitales de sus víctimas sin el consentimiento de estas.

En principio, las acusaciones solicitaron que Garrido pudiera estar presente en la exploración psiquiátrica de ayer para poder tomar notas, pero finalmente se desechó esa idea porque podría ser perjudicial, de manera que el experto deberá elaborar su estudio, casi con toda seguridad, sin llegar a tomar contacto con el presunto asesino serial.