Las medidas restrictivas en la Comunitat Valenciana parece que empiezan a suavizarse. Esto se debe al avance de la vacunación que esta semana ha alcanzado cifras de récord: el 21,8% de los 4,26 millones de valencianos llamados a vacunarse ya ha recibido al menos una dosis del suero.

Durante el recorrido ayer por las instalaciones del centro de vacunación masiva del Museu de les Ciències, el president de la Generalitat, Ximo Puig, destacó que en el último mes la incidencia acumulada del coronavirus en la Comunitat Valenciana ha estado siempre por debajo de los 50 casos por cada 100.000 habitantes. Por eso, anunció que que la semana que viene se reunirá la Mesa Interdepartamental para valorar «flexibilizar» algunas de las restricciones que afectan a bares, cafeterías y otros establecimientos del sector.

Cabe recordar que actualmente la hora de cierre de la hostelería es a las 18.00 horas y los aforos están limitados al 30 % en el interior del local y al 100 % en las terrazas con un máximo de 6 comensales por mesa. De todas formas, Puig quiso dejar claro que si se produce algún avance en la ampliación de horarios o aforos «no será un cambio disruptivo».

«Todos somos conscientes de que, si hemos llegado a esta situación, es por el esfuerzo de la sociedad valenciana, también de los sectores que ha visto limitada su actividad económica», manifestó el jefe del Consell, quien recordó que la Generalitat ha dado su apoyo a este sector a través de ayudas como el «Plan Resistir», con una dotación de 600 millones de euros.

No obstante, reconoció que estas ayudas son «insuficientes». «Nuestra salida ha de ser prudente. Hemos hecho mucho esfuerzo para que ahora podamos dilapidarlo», declara, al tiempo que ha insistido en que el objetivo es «llegar al verano en la mejor situación posible».

Te puede interesar:

Quema de facturas

Mientras, algunos afectados por estas restricciones mantienen sus protestas. La acampada del ocio nocturno #13A quemó ayer facturas para «visibilizar la desesperación de las pymes del sector» durante su quinta jornada de protesta, con trece tiendas y trece horas al día frente al Palau de la Generalitat.