La Comunitat Valenciana cerró ayer la semana con menos fallecidos por el coronavirus notificados por la Generalitat desde el inicio de la tercera ola. Los domingos la Conselleria de Sanidad no ofrece cifras de personas que han perdido la vida por la pandemia, pero entre el lunes y el sábado la suma de muertes atribuidas al coronavirus fue de 35, una menos que en la semana anterior. Para encontrar una cifra semanal de fallecidos tan baja hay que remontarse al mes de octubre de 2020. El pasado sábado la conselleria notificó tres muertes, la cantidad más baja en un día desde el mes de octubre.

Lo cierto es que desde los fatídicos meses de enero y febrero en los que la pandemia alcanzó las más altas cifras de mortalidad (2.491 fallecidos en enero y 1.302 en febrero) desde que se registró el primer caso en febrero de 2020, la cantidad de muertes relacionadas con la covid en la Comunitat Valenciana se han desplomado. En marzo fallecieron en la comunidad 152 personas y en lo que llevamos de abril se ha notificado la muerte de 73.

El porcentaje de fallecidos por cada 100.000 habitantes en 14 días no ha parado tampoco de bajar desde principios de febrero. El 3 de marzo la incidencia de muertes era de 10,55 fallecidos en 14 días por cada 100.000 habitantes. El 10 de marzo la incidencia ya era de 7,39 fallecidos y el 17 de marzo del 4,71.

Semana tras semana esta cifra ha ido descendiendo hasta llegar a los 1,50 fallecidos en 14 días por 100.000 habitantes el pasado 15 de abril. De esta forma, la Comunitat Valenciana ha pasado de ser la región con mayor incidencia de fallecimientos (lo fue hasta el 14 de marzo) a la decimotercera que es a día de hoy.

Pero mientras la mortalidad del virus no ha parado de bajar, en las dos últimas semanas, la Comunitat Valenciana ha experimentado un incremento de la incidencia acumulada de contagios por cada 100.000 habitantes. Bajan las muertes al mismo tiempo que vuelven a subir los contagios.

No es, de todas formas, un incremento preocupante, al menos por ahora, e incluso los expertos apuntan a que, si sigue el actual ritmo la próxima semana (cuando aparezcan los contagios que se dieron durante las vacaciones de Semana Santa y Pascua) se podría considerar que, de haberla, la cuarta ola está siendo más leve de lo previsto.

Pero lo cierto es que desde la última semana de marzo (y como ha ocurrido en el resto del Estado) la IA de positivos ha ido creciendo. El 24 de marzo se registraban 28,74 contagios por cada 100.000 habitantes en 14 días. El 31 de marzo fueron 28,81; el 7 de abril, 34,64 y el 15 de abril, 36,24.

Aunque ayer se cerró la semana con menos positivos que la anterior -1.119 entre el lunes 12 y el domingo 18 de abril frente a 1.128 de siete días antes-, ambas son cifras más altas que las de las tres semanas anteriores.

Ayer la Conselleria de Sanidad notificó 151 casos nuevos de coronavirus confirmados por prueba PCR o a través de test de antígenos desde la última actualización, que sitúan la cifra total de positivos en 388.396 personas.

¿Por qué sigue bajando la mortalidad de la covid-19 mientras vuelve a crecer la incidencia de los contagios? Sin duda la vacunación -especialmente la de los más mayores- ha tenido mucho que ver.

Tal como recordaba ayer Salvador Peiró, responsable del área de Investigación en Servicios de Salud del Centro Superior de Investigación en Salud Pública (CSISP) de la Conselleria de Sanidad, las personas de más de 65 años reportan más del 90 % de las muertes que se han dado en la Comunitat Valenciana desde el inicio de la pandemia.

El grupo de edad de más 80 años ha acumulado más del 60 % de los fallecidos por covid rozando en muchos momentos los dos tercios pese a apenas representar el 5 % de los casos positivos. Este último grupo ha sido el primero en vacunarse y completar la pauta y el efecto ha sido notable. Se ha notado en las residencias, donde el coronavirus ha sido inclemente con los ancianos. Pero todo empezó a cambiar cuando a partir del 27 de diciembre empezaron a administrarse las primeras vacunas.

Así, si en la primera quincena de febrero, cuando se completó la administración de al menos la primera dosis, los fallecidos registrados fueron 347, en el mismo período de abril, con ya casi todos los residentes inmunizados, la cifra ha bajado hasta las cinco víctimas, es decir, un 98,55 por ciento menos.

Aun así, y tal como indica también Peiró, queda por vacunar a miles de personas entre los 65 y los 79 años y ahí se seguirán registrando fallecimientos mientras el proceso no se complete. Además, y como también subraya el experto, cabe recordar que los incrementos y picos de contagios no se reflejan en la curva de mortalidad hasta, al menos, un par de semanas después. Incluso, como apunta Peiró, aún hoy podemos estar registrando fallecimientos de personas que se contagiaron en la tercera ola y que hasta ahora seguían ingresadas en la UCI.

Por ello, es probable que el ligero incremento de contagios registrado en las dos últimas semanas se traduzca en un incremento también de los fallecidos en los próximos días.