Una investigación sobre el uso del móvil y sueño en adolescentes de 13 a 18 años lanza como hipótesis que un mayor uso del móvil en los padres puede estar relacionado con peor calidad y cantidad del sueño en los padres y con mayor uso del móvil, agresividad, falta de interés en otras actividades de ocio y tiempo libre y dificultades en el hogar con los hijos.

Otra posibilidad de este estudio, presentado en una jornada en la Universidad Católica de Valencia (UCV), es que un mayor uso del móvil estaría relacionado con peor calidad y cantidad del sueño en los adolescentes españoles de la citada franja de edad.

La tercera y última hipótesis del proyecto de Andrea Vicente, Isabel Senabre, Samuel Asensio y Raquel Carcelén apunta a que los jóvenes de 13 a 18 años utilizarán con mayor frecuencia y más horas al día el móvil en comparación con el grupo de 19 a 55 años, con una mayor afectación en la calidad del sueño.

Estos investigadores consideran que esta franja es la más vulnerable para el desarrollo de un uso problemático del móvil, ya que puede generar consecuencias psicológicas, emocionales, familiares y vinculadas con la calidad de vida.

Por otro lado, el proyecto ‘Sueño y rendimiento deportivo en deportistas jóvenes aficionados’, de Natalia García Pérez y Ana Pérez Villalba, evaluó durante la jornada las relaciones entre la calidad y cantidad de sueño y el rendimiento deportivo a niveles no profesionales en una muestra de jóvenes jugadores de baloncesto de 13 a 22 años.

Aunque no encuentran diferencias estadísticamente significativas, sí hallan unas tendencias «prometedoras» en cuanto cantidad de horas dormidas y mejor rendimiento deportivo, así como resultados estadísticamente significativos entre la percepción subjetiva de somnolencia diurna y el peor tiempo de realización de la prueba de sprint.