Más de 600 millones de nuevos puestos de trabajo deberán ser creados al término del año 2030 para poder dar respuesta al ritmo de crecimiento de la población mundial en edad laboral, lo que supone en torno a 40 millones de empleos anuales.

Es una de las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que establece la actividad profesional como uno de los ejes vertebradores de un modelo social inclusivo, sostenible y equitativo.

En su ambiciosa Agenda 2030, el organismo internacional fija el propósito de conseguir un «trabajo decente» como el octavo de sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Así, las metas que persigue son, entre otras, la reducción de jóvenes desempleados y que no cursan estudios ni reciben capacitación, la promoción de entornos laborales seguros y libres de riesgos o el aumento del apoyo prestado a la iniciativa de ayuda para el comercio en los países en desarrollo. Pero, ¿en qué punto se encuentra la Comunitat Valenciana?

Perfiles de precariedad

Desde una perspectiva sectorial, la Comunitat Valenciana es la tercera autonomía a nivel estatal en la que el comercio y la hostelería ostentan más peso en los ratios de ocupación. En este sentido, no es de extrañar que este sector haya sido el más perjudicado ante las limitaciones a la actividad impuestas por la situación sanitaria, pese al paraguas que ha supuesto la tramitación de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

En este sentido, jóvenes y mujeres son la cara más visible de una precariedad que distancia a la autonomía del ODS 8. Y es que, según los datos del Observatorio del Consejo de la Juventud de España, la covid-19 ha devuelto la emancipación de los jóvenes españoles a los datos del 2001, con un tasa del 17,3 %. Para muchos de ellos, según se refleja en los análisis estadísticos de la entidad, el alquiler significa un 92,9 % de su sueldo.

El 20 % de los parados en l’Horta Nord son jóvenes menores de 29 años

Además, también se ha disparado el desempleo de los menores de 30 años al 30 %. Ejemplo de ello es el denunciado por Pactem Nord, que en su último estudio ha evidenciado que un 20 % de las personas desempleadas en la comarca de l’Horta Nord son jóvenes menores de 29 años. En concreto, el informe detalla que 4.833 vecinos de este territorio de entre 16 y 29 años están inscritos en los servicios públicos de empleo.

Del mismo modo, las mujeres experimentan una casuística similar. De hecho, un año después de la puesta en marcha del Plan Cruz Roja Responde, la organización social afirma que el nuevo perfil mayoritario atendido tras la pandemia son mujeres paradas y con hijos a cargo. Es inevitable, llegados a este punto, establecer el género como una vertiente que genera opresión para este sector de la población respecto a su desarrollo profesional.

No se trata únicamente de una brecha salarial situada por encima del 21 %, sino también del elevado índice de temporalidad y parcialidad de los contratos adjudicados a mujeres, así como de su implicación mayoritariamente exclusiva en los cuidados y labores domésticas o su histórica infrarrepresentación femenina en los puestos de decisión y liderazgo.

La crisis de la covid-19 elimina casi todos los puestos de trabajo creados desde 2018




Tras seis años consecutivos de crecimiento laboral, la crisis de la covid-19 revirtió el pasado año esta tendencia arrojando un dato que, aunque ahora previsible, sigue siendo desalentador: el país suma más desempleo que el creado en los dos años previos a la irrupción del coronavirus.

Así lo refleja el último manual de ocupación elaborado por Adecco, que disemina el perfil demográfico del empleo en España. Entre sus conclusiones más clarividentes no solo se refleja este «frenado en seco» referido con anterioridad, sino que la población joven es la más desfavorecida en este escenario. Y es que, el número de ocupados menores de 25 años ha caído en el último ejercicio en 216.300 personas, un -19,1 % interanual.


El empleo en España

La tasa de ocupación ha disminuido en todas las comunidades autónomas, especialmente en Canarias, en el último año. Respecto a la Comunitat Valenciana, el territorio se sitúa por encima de la media estatal al sumar un decrecimiento del 3,6 % interanual. Así, es la séptima autonomía que peores datos de ocupación registra.

Atendiendo al sesgo por género, de los más de 19 millones de personas empleadas que hay en el país, 10.450.000 son hombres frente a los 8,72 millones de mujeres. No obstante, la elevada desocupación tras la pandemia ha incidido más en los trabajadores, que han «cedido», como puntualiza el monográfico, 370.300 empleos. Esto supone que ellos representan el 53,1 % de todos los puestos de trabajo destruidos y ellas el 46,9 % del cómputo total.


Paro juvenil

«Como suele ocurrir en momentos de crisis, el empleo juvenil ha sido el más perjudicado por la pandemia». Así lo señala el detallado informe de Adecco, que desgrana que los jóvenes representan uno de cada 20 empleos pero que, sin embargo, a ellos y a ellas pertenecen seis de cada 20 puestos de trabajo perdidos. Un dato que agudiza, más si cabe, la precariedad laboral del sector más joven de la sociedad.