El tiempo medio en el que una persona que se ha contagiado de SARS-CoV-2 es infecciosa es de unos 10 días después de mostrar los primeros síntomas. Pero hay algunos pacientes que pueden llegar a dar positivo a las pruebas de detección de coronavirus durante meses. Un grupo de investigadores del Hospital Infantil de Los Ángeles se ha centrado en averiguar quiénes son estos pacientes que pueden padecer una infección prolongada de covid.

Según un estudio desarrollado por estos expertos estadounidenses, las personas que pueden verse afectados por esta infección prolongada son los niños y adultos jóvenes con sistemas inmunitarios comprometidos, como por ejemplo, aquellos que reciben tratamiento contra el cáncer. Este estudio, que ha sido publicado en la revista 'EBiomedicine', se centra en los casos de dos menores y un adulto joven con leucemia linfoblástica que dieron positivo en SARS-CoV-2 durante meses.

El origen de la variante británica

Se da la circunstancia, además, de que el coronavirus sufre mutaciones una o dos veces al mes según explica la investigadora Jennifer Dien Bard, directora del Laboratorio de Microbiología Clínica y Virología del Hospital Infantil de Los Ángeles. Lo que puede hacer pensar que durante la infección de estos pacientes oncológicos puede dar lugar a mutaciones virales.

Este tipo de mutaciones, que da lugar a las variantes de un virus, ha generado la aparición de las cepas que ya están circulando por el mundo, la última la conocida como variante india, que responde al nombre de B.1.617 aunque también han comenzado a llamarla 'doble mutante' porque suma las mutaciones de la brasileña y de la californiana, o conocida como la "del diablo".

Gran parte de estas mutaciones no tienen gran relevancia en lo que respecta a la forma de actuar del virus pero sí puede ser decisivo en cómo afecta a las personas. De hecho se hace referencia a la variante británica, la B.1.1.7, la cepa que más contagiosa y virulenta que en la Comunitat Valenciana ha llegado a representar más del 94 % de los contagios de la cuarta ola, aunque recientemente se ha detectado un descenso de su incidencia.

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En este sentido, la doctora Dien Bard ha señalado que hay indicios de que la B.1.1.7 se haya originado precisamente en una persona inmunodeprimida y con una infección constante por SARS-CoV-2, aunque insiste en que las infecciones prolongadas de covid-19 son casos "poco frecuentes aunque deben tenerse en cuenta porque podrían tener implicaciones para la salud pública".

Señalan el posible origen de la variante británica