Los jóvenes valencianos están comprometidos con las causas sociales, están hiperconectados pero sienten una gran desafección política. Estos son los principales resultados que se desprenden del Estudio de Juventud de la Comunitat Valenciana 2020 presentado ayer por la vicepresidenta del Consell y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra; el director general del Institut Valencià de la Joventut (IVAJ), Jesús Martí; el director del informe, Juan de Dios Mozas y el responsable técnico, Eduardo Álvarez. Un trabajo dentro del Observatori Valencià de la Juventut.

El estudio, que consta de 1.216 entrevistas a jóvenes de entre 15 y 30 años realizadas entre el 16 de junio y el 9 de julio de 2020, destaca que los que todavía no llegan a la treintena acostumbran a escuchar música o estar conectados a internet, donde invierten más de dos horas al día.

Aunque el trabajo revela que los jóvenes valencianos son críticos y están muy comprometidos con las causas sociales y sobre todo con la lucha por la igualdad de género, solo el 37 % reconoce estar interesado en la política, mientras que sí lo están en temas como el acceso al trabajo o a la vivienda, a la educación, las desigualdades o el cambio climático.

La dirección del estudio achaca esta desafección a dos factores: la falta de atención de los políticos hacia las necesidades de la población en general y los jóvenes en particular y la percepción de una poca participación de los ciudadanos en la toma de decisiones. La juventud, más de la mitad con estudios universitarios, piensa que lo único que busca el político del ciudadano es su voto, según el informe del IVAJ.

Además, desean una mayor participación en las decisiones políticas, pues no se sienten del todo representados. Respecto a su ideología, los jóvenes valencianos son de izquierdas, y lo son más que sus padres y sus madres. Así, dentro del eje ideológico, el 34 % vota a la izquierda, el 28 % al centro izquierda, el 11 % al centro derecha y el 12 % a la derecha.

Son pesimistas con el futuro laboral y económico. Y la realidad, de momento, no les invita a cambiar de parecer. Los jóvenes valencianos cobran de media 918 euros al mes y tienen más de dos empleos que duran de media año y medio, lo que evidencia una precariedad inhabilitante para desarrollar proyectos vitales. La mayoría de los entrevistados viven con otras personas, principalmente los padres. Aunque la mitad se plantea independizarse, no lo hace por falta de estabilidad económica y laboral.

"Nunca he tenido un trabajo que me permita mantenerme más de un mes"

María Jesús Antón tiene 25 años, dos empleos y sin perspectivas de poder emanciparse a corto plazo

María Jesús Antón es periodista de formación pero trabaja en el sector de la educación y terapia infantil. Es dicharachera y cuenta con la mayor de las naturalidades que a pesar de ser un «culo inquieto» y no haber parado nunca, no puede independizarse, pues nunca ha tenido «un trabajo que me permita mantenerme más de un mes».

Siempre ha trabajado en varios sitios al mismo tiempo. Ahora cubre una sustitución en el sector del tiempo libre juvenil «con buenas condiciones» y compagina esta labor con su empleo como monitora de comedor. Dos trabajos pero cero perspectiva de futuro. «Ahora podría plantearme emanciparme, porque las condiciones son buenas pero no duraderas, al terminar la sustitución tendría que volver a mi casa porque no podría mantenerme» , apunta.

María Jesús dice que en casa está bien pero con 25 años le gustaría crear su futuro. «O renuncio a mis expectativas laborales y trabajo en otro sector que me de más estabilidad o me quedo en casa de mis padres», dice.