Concejales del PSPV y Compromís se concentraron ayer en los ayuntamientos de la provincia de Alicante para protestar contra la gestión de Carlos Mazón y para pedir que la diputación alicantina se adhiera al Fondo de Cooperación Municipal que impulsa el Consell para repartir 13,7 millones entre los consistorios.

Los ediles alicantinos Francesc Sanguino, Miguel Millana, Manolo Marín, Manolo Martínez, Natxo Bellido y Rafa Mas se manifestaron ante el consistorio alicantino. También se concentraron en Cocentaina, Ibi, Aspe, Calp, Pego, Alcoi, Penàguila, Elx, Elda, Dénia, Torrevieja, Benidorm, l’Alfàs, Monóvar, la Vila Joiosa, Altea, Ondara, Pedreguer, Monforte, Xixona, Sant Joan, Villena, San Vicente del Raspeig, Santa Pola o Mutxamel.

Con la negativa al Fondo de Cooperación, los consistorios alicantinos perciben la mitad del dinero que los de València y Castelló, cuyas diputaciones sí han aprobado la iniciativa autonómica. Los dirigentes socialistas y nacionalistas defienden la libertad que les da este programa puesto que el dinero no tiene destino definido con lo cual cada población lo puede destinar a sufragar algún tipo de servicio o gasto corriente ligado a esas actividades.

La izquierda también pide más agilidad en los planes de obras Planifica y +Cerca y denuncian un colapso en los proyectos, por lo que exigen al PP y Ciudadanos que se refuercen los servicios técnicos de la Diputación para dar solución al «cuello de botella» existente.

El portavoz socialista en la diputación, Toni Francés, señaló que exigen a la diputación que se sume al Fondo de Cooperación y deje de ser una provincia de segunda, en la que los ayuntamientos tienen menos libertad y menos capacidad para destinar los recursos y celeridad para desbloquear los planes de obras.