El guion del PP valenciano se escribe desde la calle Génova e Isabel Bonig ha dejado de tener un papel. A escasas horas de que se abrieran las urnas en Madrid y con el partido absolutamente volcado en encumbrar a otra Isabel, apellidada Díaz Ayuso, como gran referente del proyecto popular, la dirección del PPCV anunciaba ayer -a través de un escueto comunicado- la convocatoria del congreso regional y la renuncia de Bonig a continuar liderando la formación los próximos años.

La decisión, pactada el viernes con la afectada, se produce después de un tira y afloja entre ambas partes que se hizo especialmente palpable cuando, hace dos semanas, Génova trasladó a la lideresa su voluntad de propiciar un relevo en la cúpula valenciana, con la intención de que sea el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, el que asuma las riendas del PPCV a partir de este verano. Nadie duda de ese horizonte, pero Mazón sigue sin confirmar nada.

La marcha de Bonig -que había mostrado su intención de revalidar el cargo- representa una nueva sacudida en el tablero político en el que se mueve la derecha, en pleno proceso de recomposición dentro del Parlamento valenciano. Apenas un mes y medio después de la salida de Toni Cantó, que dejó Ciudadanos (Cs) descabezado y sin liderazgo claro en las Corts, ahora es el PP el que afronta el mismo dilema de tener que reemplazar a su síndica por otro diputado o diputada sin aspiraciones de encabezar el partido. Un escenario que aviva la sensación de turbulencias e inestabilidad en el bloque de la oposición al Botànic, justo cuando acaba de cumplirse el ecuador de la legislatura y con la izquierda mejor situada en los sondeos. De momento, los populares esperan comenzar a despejar incógnitas a partir de este jueves, cuando se reunirá la junta directiva regional para convocar el congreso del PPCV, previsiblemente a finales de junio.

En el camino diseñado por Génova para la aclamación de Mazón queda una piedra aún: el alcalde de Ayora

El momento en el que se anunció la renuncia de Bonig no es casual, con la agenda del 4M limitando su impacto mediático y monopolizando la actualidad informativa. Además, los populares lanzan el mensaje de que los resultados en los comicios de hoy en Madrid no interferirán de ninguna manera en la decisión inflexible de Pablo Casado de renovar la dirección valenciana. El silencio de Bonig de ayer es también elocuente: ha aceptado a regañadientes la voluntad de Génova. Es una incógnita lo que pueda hacer con su futuro personal.

Su intención nunca fue plantar batalla al aparato nacional, aunque hace unos días se revolvió contra las prisas por convocar el congreso, preocupada por tener un cierto control de los tiempos y por que se respete lo máximo posible a su equipo.

En Madrid no esconden que el favorito para liderar el PPCV es Mazón, aunque deberá medirse (a día de hoy) en el congreso con el alcalde deAyora, José Vicente Anaya, una confrontación que a Génova le gustaría evitar. Varias voces en el partido dan por hecho que la portavoz en València, Mª José Català, ocupará un puesto destacado en la ejecutiva de Mazón (posible número dos). Todo ello a la espera de ver si Toni Cantó acaba ocupando algún papel en el nuevo PP valenciano, tras ponerse a disposición de su futuro líder.