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Día de la Madre

"Vivimos contra natura, para ser madre con 40 tienes que planificarte desde los 30"

La ambición o la precariedad laboral marcan el ritmo en la vida de muchas mujeres y familias, aunque la pandemia ha marcado un punto de inflexión

Juana Crespo, médica especialista en el campo de la reproducción asistida. Levante-EMV

Ascender en el trabajo o encontrar uno. Lograr un aumento salarial o alcanzar un salario que te permita llegar a fin de mes. Disfrutar de los últimos años de juventud o criar siendo joven. Encontrar a la pareja perfecta o apostar por la maternidad independiente.

Encontrar el momento idóneo para ser madre parece imposible. Las dudas sobre la maternidad y las dificultades para ejercerla han retrasado la edad media del primer parto en España hasta los 33 años, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. En nuestro país, el primer hijo nace casi siete años más tarde que hace cuatro décadas.

La pandemia llegó como un tsunami a miles de hogares españoles donde el tiempo de cuarentena ayudó a la reflexión y "subrayó el deseo vital de tener un hijo". Este tiempo sin abrazos ha "puesto el foco en las personas, en la falta contacto y cariño" para "mucha gente que quiere ser familia" y que ha dejado de "priorizar lo urgente" para valorar "lo realmente importante" en su vida, explica Juana Crespo, ginecóloga, obstetra y directora médica de la clínica de reproducción asistida que lleva su nombre.

Esta valenciana nacida en Peñíscola es la última esperanza a la que acuden las mujeres que han visto desahuciados sus deseos de ser madre. Considerada una eminencia en el campo de la reproducción, basta con rastrear su nombre en Google para entender de qué habla cuando afirma que tiene la "responsabilidad de hacer todo lo que la ciencia y la experiencia" permite con quienes ven en ella la última oportunidad.

Planificar la maternidad

Especializada en medicina reproductiva de alta complejidad, Juana Crespo considera que "hay que reeducar a la sociedad". La ginecóloga trabaja en su clínica con una sociedad que ha "retrasado mucho la maternidad" pese a que "la vida fértil de una mujer es finita". Ante esto, considera que hay que "olvidar los moldes antiguos" y "planificar entre los 30 y los 35 la reproducción" para anticiparse a posibles problemas en el proceso reproductivo de las madres tardías.

La advertencia de la experta es extensible a la paternidad. "Cuando comencé en esto, la cantidad de semen bueno era de 40 millones [de espermatozoides/ml de esperma], hace años bajó a 15 millones", puntualiza Crespo mientras reflexiona sobre los niveles que se considerarán óptimos en el futuro.

Madre pasados los 40

"No tenía instinto maternal", admite Mª Ángeles, una mujer de 45 años que este enero fue mamá pero que nunca se planteó serlo hasta que una relación sentimental, la muerte de su padre y un accidente lo cambió todo. "El embarazo pasados los 40 lo vives desde la madurez, con tranquilidad y sin las preocupaciones que podrías tener con 20", explica.

Tras varios abortos descubrió que tenía el útero bicorne, una malformación que da forma de corazón a la parte superior del órgano y que le obligó a recurrir al la medicina reproductiva. Cuando inició el tratamiento no quería "desgastarme ni física, ni emocional, ni económicamente" por lo que se autoimpuso una edad límite para ser madre.

Poco antes del día que estaba citada en la clínica de Juana Crespo para la transferencia embrionaria comenzó el confinamiento del país por la crisis del coronavirus. "Se me cayó el mundo encima, no sabía que podía pasar", asegura.

El letargo social por las restricciones le ayudó a tener un embarazo "muy tranquilo" pese a que "ser madre soltera es sentir un vértigo constante". Pero un día después de dar a luz a Jana, un contacto dio positivo en coronavirus por lo que tuvo que estar diez días aislada de su hija. "No la besé hasta 12 días después por miedo", reconoce.

Agradecimientos y pena: dos sentimientos por el Día de la Madre

Crespo convive con dos estados anímicos opuestos que chocan de frente este domingo, Día de la Madre. Por un lado, recibe los agradecimientos de quienes han logrado tener una criatura gracias a su trabajo, pero también observa la desazón de las mujeres a las que "la vida les niega el derecho natural a la maternidad". No obstante, considera que es "un día de esperanza" para quienes están embarcados en el proceso.

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