En el litoral valenciano hay una media de 665 plásticos por cada 100 metros de playa, lo que supone un 64,3 % del total de objetos encontrados en el litoral en 2020. Así lo recoge el informe anual correspondiente a este periodo de la Dirección General de la Costa y el Mar, dependiente del Ministerio para la Transición Económica, que evalúa anualmente desde 2013 veintiséis playas de todo el país, una por provincia, para saber cuánto desperdicio se acumula y qué tipo de materiales se encuentran paseando por el arenal.
El estudio hace una muestra del estado de cada playa cuatro veces al año (en invierno, primavera, verano y otoño) para esclarecer si la basura que se encuentra en el medio marino tiene un comportamiento estacional.
Sin embargo, en el año 2020 no se pudieron recoger los datos de la campaña de primavera debido a las restricciones en la movilidad impuestas por la pandemia de la covid-19, por lo que el análisis anual consta de tres campañas. En la Comunitat Valenciana se han rastreado las playas del Marenys, en Tavernes de la Valldigna; La Gola, en Santa Pola y la Basseta, en Peñíscola. La elección de estas se hace en función de la presencia de arena en el litoral, de su accesibilidad para retirar basuras, así como de que cuente con 100 metros de longitud y, si es posible, un kilómetro de largo. ¿Por qué estas dimensiones?
El estudio se divide en dos pruebas concretas. La primera, la de recorrer cien metros de playa y recoger y apuntar los objetos de cualquier tamaño que se divisen, para retirarlos y analizarlos. La segunda, la inspección de mil metros y el análisis de objetos de una dimensión mayor a cincuenta centímetros.
En las tres playas valencianas analizadas, el plástico es el elemento que más abunda en los recorridos de cien metros. Un material que supone, según el estudio, el 71 % de la basura marina que se ha encontrado en las playas españolas desde el inicio de los análisis anuales.
Además, entre los objetos más hallados por los técnicos del ministerio en la Comunitat están las colillas, los trozos de plástico no identificables, materiales de construcción, bastoncillos de algodón, bolsas de patatas fritas, envoltorios o botellas de plástico.
Origen variado
El origen de los elementos es variado. En Alicante, la mayoría de basura que se ha recogido corresponde al uso turístico de la playa en un 26,6 %, construcción o demolición en un 17,6 % y pesca en un 12,7 %. En València, por su parte, los residuos corresponden a las aguas residuales (23,1%), el uso turístico de la playa (19,3%), otras actividades en tierra (15%), seguido de deshechos que vienen del comercio y la hostelería. Por último, en Castelló, los objetos identificados provienen de la pesca (20,9 %), el uso turístico de la playa (16,5 %), otras actividades en tierra (16,0 %).
Según explican desde el Ministerio de Transición Ecológica es importante preservar el medio natural «no solo por una cuestión estética» sino por mantener la calidad ambiental y cuidar las especies marinas que habitan estas costas, que se ven amenazadas por la presencia de elementos ajenos a su hábitat.
«La mayoría de los plásticos son materiales extremadamente resistentes y persisten en el medio marino posiblemente hasta cientos de años», detallan. Así, desde el ministerio l aseguran que el impacto por enredo o ingestión de deshechos marinos «puede tener consecuencias negativas en los animales marinos, incluso provocar su muerte».
Además, la ingestión de micro plásticos es también motivo de preocupación, ya que puede proporcionar una vía para la introducción de contaminantes en los peces que posteriormente se destinan a la alimentación, según apunta el informe del ministerio.
