El centro penitenciario de Picassent ha recuperado a primera hora de esta tarde el suministro de agua potable gracias a la conexión urgente realizada para evitar el tramo dañado por una subida repentina de presión que provocó una grave avería por la que la mitad de la prisión ha estado sin agua durante casi 24 horas. Por el momento, continúan los trabajos pero el suministro de agua ya se ha restablecido en las instalaciones aunque con menos presión que la habitual. Así lo han confirmado fuentes de Instituciones Penitenciarias, que han recordado que ese baipás es una solución provisional y que ya se está acometiendo la reparación de la tubería original, así como de la válvula de contención.

Tal como ha publicado hoy Levante-EMV, una cadena humana formada por una quincena de reclusos de confianza comenzó a llevar, desde primera hora de hoy, 'bañeras' improvisadas para repartir agua por los 23 módulos de Preventivos, que, junto con el Centro de Inserción Social (CIS), llevaban desde ayer tarde sin una gota de agua debido a a la citada avería.

La sobrepresión fue tal, que incluso rompió la válvula de contención cuya misión es precisamente regular el caudal para evitar este tipo de averías. La rotura se produjo el lunes por la tarde, en un punto entre la valla perimetral y los primeros muros de la cárcel, y dejó sin agua a casi mil internos de los 23 módulos de Preventivos -los que aún están a la espera de juicio-, así como a los 400 dependientes del CIS, si bien muchos de estos únicamente utilizan el recinto para dormir.

La avería, por tanto, no ha afectado a los internos de Penados -otros mil que ya están cumpliendo su condena-, por lo que los 13 módulos que integran esa parte de la prisión tienen el suministro de agua potable en perfectas condiciones.

La dirección del centro penitenciario ha hecho llegar a primera hora de hoy un camión cisterna con 16.000 litros de agua como solución de emergencia, mientras una empresa comenzó a habilitar una conexión de urgencia entre la acometida principal, en un punto anterior a la rotura, y la parte de las tuberías que no se ha visto afectada. La previsión era que ese baipás estuviese terminado a última hora de esta tarde, pero finalmente los trabajadores han conseguido acabar antes esa obra.

Se trata de una solución provisional, mientras se repara todo el tramo que la sobrepresión ha destruido, reparación que se prevé compleja y para la que, de momento, no hay una fecha de finalización. De todos modos, mientras el baipás funcione, la cárcel dispondrá de suministro de agua potable normalizado.

El objetivo principal ha sido dotar de agua a los reclusos en sus celdas, para que pudieran mantener un mínimo de higiene personal y seguir utilizando los inodoros de los que dispone cada una de las habitaciones, así como llevar agua a la panadería y las cocinas, con el fin de no interrumpir ni las comidas ni la posterior limpieza del menaje, de las mesas y de los espacios de comedor.

Con ese fin, la cisterna ha sido llevada a los muelles de carga de la cocina para ir distribuyendo desde ese punto el agua en 'bañeras' improvisadas con los enormes carros de recogida de ropa sucia, convenientemente higienizados.

A partir de ahí, con la ayuda de los propios carros, que están dotados de ruedas, y de traspalés, para transportar otros recipientes reutilizados para la ocasión, alrededor de una quincena de reclusos de confianza están recorriendo los 23 módulos para rellenar los cubos de limpieza de que dispone cada celda, para que puedan seguir haciendo uso del inodoro y de su higiene personal. Al mismo tiempo, se les están repartiendo botellas de agua mineral.

Además, se han depositado algunas de esas 'bañeras' en la panadería y la cocina para que los reclusos destinados en esos puntos puedan seguir cocinando para alimentar a los casi 2.000 internos que tiene en este momento la prisión de Picassent.

Ha sido el sindicato Acaip-UGT quien ha informado esta mañana de que la avería ha dejado sin agua corriente al centro penitenciario de Picassent y de que la incidencia afecta a más de 1.000 presos y 400 trabajadores.

El sindicato Acaip ha denunciado que "como consecuencia de ello, más de mil internos de dicha unidad y cerca de 400 trabajadores no tienen agua ni para beber, ni para preparar la comida, ni para ducharse, ni para realizar labores de limpieza, ni siquiera para ir al aseo".

Acaip considera que "esta nueva incidencia demuestra, una vez más, la deficiente construcción de la Unidad de Preventivos del Centro Penitenciario de Valencia, que el mes de noviembre pasado se vio inundada por una tormenta, lo que provocó que se quedara sin luz al inundarse la zona donde están ubicados los generadores".