Dar un diagnóstico a través de una videollamada o seguir un tratamiento farmacéutico a partir de los números en una pantalla. Son realidades que por muy futuristas que parezcan marcan el presente del sistema sanitario público. También podría haber parecido como algo solo posible en el mañana organizar una vacunación masiva para millones de personas a partir de SMS. Y, sin embargo, las vacunas llegan y la inmunización avanza en un ejemplo de que los avances en la digitalización arraigan en los sistemas de salud marcando su presente y futuro.
Es una de las conclusiones que se extrae de la jornada Encuentros Telemáticos Levante-EMV sobre Transformación digital en sanidad organizada por la empresa SAS en la que participaron varios conocedores del sistema sanitario de diferentes autonomías y expertos en el uso de esta tecnología para mejorar la atención al paciente y que, previamente, inauguró la consellera de Sanidad, Ana Barceló.
En este sentido, Afshin Almassi, director de Sector Público y Salud para SAS España, destacó que la composición de la mesa daba una «visión completa del sector sanitario» con «amplias perspectivas sobre cómo funciona el sistema sanitario y cómo se aplica la tecnología en él». «Hoy hay más necesidad e interés», señaló a modo de presentación Afshin Almassi, al tiempo que destacó las tres áreas clave donde la inteligencia artificial y la analítica avanzada aportan un grandísimo valor «la mejora de la salud poblacional, la gestión y optimización de los recursos sanitarios y la transición de un modelo de volumen a un modelo personalizado y preciso de valor». En este sentido, Afshin Almassi, señaló que con la aceleración digital de la pandemia se abre «una ventana de oportunidad tremenda» para dar un impulso a 25 años de transformación.
Así, en el debate intervinieron la directora general de Planificación, Eficiencia Tecnológica y Atención al Paciente de la Generalitat Valenciana, María Llanos Cuenca; el director del Servicio Canario de Salud, Conrado Jesús Domínguez, y Bernardo Valdivieso, director de Calidad y Planificación del Departamento de Salud La Fe de manera presencial mientras que el subdirector general de Gestión Asistencial e Innovación del Servicio Gallego de Salud, Alonso Fachado, y la directora general de Professionals de la Salut de la Generalitat de Catalunya, Montserrat Gea, lo hicieron telemáticamente.
A partir de ahí comenzaron las intervenciones de los participantes, un debate enriquecedor y con análisis del presente y del futuro con lógicas menciones a la batalla contra la covid. «Ha sido una dura tarea, el reto más desafiante a nivel sanitario que hayamos tenido», resumió Bernardo Valdivieso, director de Calidad y Planificación del Departamento de Salud La Fe, quien añadió que si ha traído «algo bueno» ha sido incentivar la inversión en salud. «Nos ha recordado y enseñado todo lo que tenemos que corregir», indicó.
Para Llanos Cuenca, desde la Generalitat Valenciana, con la llegada de la pandemia «todo cambió y nos tuvimos que adaptar rápidamente, pero ayudó a que se implantaran mejoras». Desde el servicio canario de salud, Conrado J. Domínguez ejemplificó que durante mucho tiempo estuvo peleando por renovar las recetas electrónicas de manera telemática, algo que se consiguió «en 48 horas» en el momento en que se declaró la pandemia al tiempo que recordó que en Canarias se dio el primer caso de coronavirus de un turista alemán, «y no sabíamos a lo que nos enfrentábamos».
Desde Galicia, Alonso Fachado reivindicó que se ha demostrado «que se puede hacer telemedicina» y que durante los últimos meses «se han desarrollado sistemas de monitorización», aunque incidió en que «detrás de la tecnología ha de estar la cara humana de la salud» porque, remarcó, «es a quien nos debemos». Por su parte, Montserrat Gea destacó que en los últimos meses la plataforma digital de salud de la Generalitat catalana «se ha multiplicado exponencialmente». «Para la vacunación nos permite una citación por SMS y dinamiza mucho la campaña», aseguró.
El debate fue avanzando y uno de los puntos en los que se remarcó fue la importancia del big data y el uso de los datos para la toma de decisiones y su proceso de convertir estos en inteligencia operacional; una acción que, incidieron en el debate, complementa y no remplaza la decisión médica y para el que es necesario operacionalizar el modelo.
«Para la toma de decisiones no hay nada mejor que tener un buen dato», expresó el director del Servicio Canario de Salud quien, a su vez, indicó que el sistema sanitario público «es el que más datos personales tiene y de mayor calidad». Por eso, señaló que el objetivo que ha de tener este es que su uso «genere valor añadido y sea útil». Así, puso como caso práctico conocer el gasto farmacéutico»que nos puede dar patrones sobre cómo impacta en la población determinados tratamientos».
En la misma línea, la directora general de Planificación, Eficiencia Tecnológica y Atención al Paciente de la Generalitat Valenciana aseguró que la big data «nos ayuda no solo a conocer qué ha pasado sino que también nos ayuda a prevenir lo que vendrá». «Hay un cambio de modelo en el que el paciente es uno más y en el centro están los datos que nos dan una base justificada para la toma de las decisiones, es el que genera las evidencias».
Esta argumentación coincidió con el diagnóstico que realizó Gea desde Cataluña: «mirando los datos y analizándolos podemos tomar medidas a futuro». En su caso, lo ejemplificó con el uso que se le ha dado durante la pandemia «para decidir qué acciones llevar a cabo cuando subían los contagios, nos permite estudiar escenarios y hacer proyecciones».
Para Alfonso Fachado, del Servigio Gallego de Salud, lo importante es «preguntarle al dato lo que queremos y necesitamos saber». «Estoy convencido de que el dato va a ser el gran desafío del futuro, su recopilación la tenemos bastante avanzada, ahora tenemos que hacer convivir los planes generalizados con el estudio individualizado que reclama ahora la medicina», aseguró.
Bernardo Valdivieso trabaja diariamente con los datos en el hospital La Fe de València y, en su opinión, «la medicina basada en datos significa un aumento de la efectividad». «Si aplicamos esta tecnología y contamos con la participación de la ciudadanía, del paciente, que vea que este dato le es beneficioso para él, podremos ir hacia adelante», explicó el experto de La Fe.
Seguridad en los datos
Desde los espectadores que siguieron el debate de manera telemática llegaron preguntas en torno a esta evolución de los datos y cómo se puede asegurar un buen uso de estos. «Cumpliendo la Ley de Protección de Datos y protegiendo los sistemas informáticos de la Administración con buenos servicios de ciberseguridad», respondió el director de Calidad y Planificación del Departamento de Salud La Fe. «Hay que ser transparentes y que el paciente sepa para qué se están utilizanod esos datos», indicó por su parte Conrado J. Domínguez.
Asimismo, Alfonso Fachado incidió en que para que la transformación digital y el uso de este big data sea posible «ha de ser sencillo y útil para el paciente». En ese sentido, señaló que el futuro está «en el móvil: se lleva siempre encima y es fácil de usar», reivindicó. Con todo ello, el responsable de Sector Público y Salud para SAS España, Afshin Almassi, cerró el debate señalando que el objetivo es que esta transformación digital «dé un retorno al paciente» y que de la covid «salgamos reforzados».