Los efectivos policiales comenzaron ayer tarde y noche a desplegarse por las ciudades más turísticas de la Comunitat Valenciana para vigilar que se cumplían las medidas de prevención autonómicas frente a la covid-19 en el primer fin de semana completo sin estado de alarma, que permitió la llegada de miles de turistas y visitantes de otras comunidades al abrirse las fronteras, pero también de centenares de valencianos que se reencontraron con sus familiares después de meses de distancia.

Según los datos de la Dirección General de Tráfico, las salidas desde Madrid hacia otras comunidades se dispararon entre el jueves y ayer en un 42 %. El litoral C. Valenciana -la autonomía con la mejor sanitaria de España- es territorio de segunda residencia de muchos ciudadanos madrileños, que han aprovechando este fin de semana para descansar en sus ‘segundas’ casas de Gandia, Cullera o Benidorm.

La Comunitat lideraba las reservas vacacionales para estos dos días libres, según los datos de un portal especializado en escapadas temáticas. Según esta misma web, Weekendesk.es, la localidad de Benidorm concentraba el 13 % de las reservas totales que se han hecho a través de su plataforma. La combinación de sol y playa siempre ha sido la fórmula triunfadora. De hecho, la Comunitat Valenciana es uno de los puntos con mayor ocupación hotelera para este primer fin de semana sin alarma ni cierre autonómico. De hecho, en algunas webs de reservas la ocupación de hoteles, hostales y B&B superaba el 90 por ciento.

La Generalitat y la Delegación del Gobierno, junto a los alcaldes y alcaldesas de una treintena de municipios del litoral y de las tres capitales de provincia, acordaron acentuar el control del cumplimiento de las medidas sanitarias, con la intención de que no se produzcan «imágenes lamentables» como las que se vieron en otras ciudades de fuera de la Comunitat el fin de semana pasado. Solo a lo largo de la costa alicantina se iban a desplegar más de 4.000 agentes.

El trabajo policial se centrará en vigilar que se cumple el toque de queda nocturno (entre la medianoche y las seis de la mañana) para evitar la celebración de fiestas ilegales o las reuniones de más de diez personas, así como que se hace un correcto uso de la mascarilla en los espacios públicos.

La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, insistió en esta idea ayer, tras la rueda de prensa del Consell, y recordó que la Comunitat Valenciana tiene vigentes una serie de medidas protectoras contra el coronavirus, algo que deben tener «muy claro» todas las personas que la visiten este y los próximos fines de semana.

«Si alguien no las cumple, tendrá las consecuencias de haber quebrantado la normativa vigente, que está pensada» para que la Comunitat Valenciana siga manteniendo las buenas cifras epidemiológicas, que han permitido que estos momentos sea la región europea con la incidencia de contagios más baja, explicó. Tras la apertura al exterior, habrá que ver la incidencia en las próximas semanas.

Reencuentros en el AVE

Cargado hastas los topes. Así llegaaban los AVE durante toda la tarde a la estación Joaquín Sorolla en València procedentes de Madrid en el primer viernes sin estado de alarma. Finalizado el cierre perimetral que impedía la entrada salvo causas justificadas, fueron muchas las personas que optaron por moverse para volver a ver a sus familias.

Y es que no solo de turismo vive el AVE. Son muchas las familias que, de haber cumplido las restricciones, llevaban meses sin abrazarse. La estampa se repitió durante todo el día de ayer y hoy volverá. Con el frenazo final del convoy de alta velocidad en la estación valenciana, cientos de pasajeros se abalanzaban al andén para poder reencontrarse con sus parejas, familias y amigos.