El fin del estado de alarma ha supuesto la reapertura de la movilidad territorial y la ampliación de aforos y horarios para la hostelería, el ocio y el turismo en general. La primera representa un 6,2 % del PIB español y el tercero, el 15 %, según el profesor del EAE Business School, José Manuel Muñoz. Por tanto, estamos hablando de actividades de suma importancia para la economía del país, por su propio peso y por el efecto arrastre que tienen sobre otros sectores, como la agroalimentación o el textil. Así que el nuevo escenario, según coinciden los expertos consultados, es claramente el albor de la definitiva recuperación económica, siempre y cuando, claro está, la vacunación avance al vertiginoso ritmo actual y los ciudadanos se comporten con prudencia para evitar una nueva ola de contagios por coronavirus que desemboquen en nuevas restricciones.

El director del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), Francisco Pérez, asegura al respecto que «la condición necesaria para que el repunte del crecimiento sea duradero es que la epidemia esté cada vez más controlada. Si el control sanitario se mantiene, la economía continuará mejorando empujada por las decisiones de consumo o inversión postergadas durante este año. Cuanto antes se activen más se potenciará la recuperación».

En relación con esto, el director del departamento de análisis de la patronal autonómica CEV, Ricardo Miralles, cree que el fin del estado de alarma va a acelerar la «espiral ascendente» en la que estaba inmersa la economía valenciana en las últimas semanas gracias a los buenos datos epidemiológicos. Esta dinámica se va a traducir en que se materialice «la demanda embalsada» que se ha ido generando en los últimos tiempos. Dicho de otro modo, los ciudadanos van a poder consumir más en bares y comercios, lo que a su vez tendrá un efecto positivo para el relanzamiento económico.

La reapertura de las fronteras internas -y la llegada del buen tiempo- son un acicate para que aumenten las visitas de los turistas nacionales, uno de los puntales del turismo valenciano. La gran incógnita es qué sucederá con los extranjeros. Miralles ve factores positivos, desde «el deseo de viajar» de muchos ciudadanos y los mejores de datos de vacunación de países como el Reino Unido hasta el propio reclamo del bajo número de contagios en la autonomía.

José Manuel Muñoz asegura en este sentido que el fin del estado de alarma va a suprimir el efecto disuasorio a los extranjeros para venir a España. También añade otro elemento positivo: el ahorro que tienen acumuladas las familias que no han padecido las peores consecuencias de la crisis. Son dos factores que repercutirán positivamente en la recuperación , a la que también contribuirán los fondos europeos. Muñoz no duda de que «estamos en el inicio» de la salida de la crisis si no caemos en otra ola de covid, pero también apunta que no superaremos los registros previos hasta 2022 o 2023, con el peligro añadido de que una parte de los afectados no logre superar la situación. «Hay que evitarlo», afirma.

Pérez añade las incertidumbres que acechan en el futuro tras la covid, como las alzas de materias primas y las crisis políticas o financieras, pero también «riesgos que deberíamos prevenir más, como los sanitarios, climáticos o cibernéticos. Si aprendemos de la experiencia, deberíamos invertir en protegernos de ellos».