A su llegada al 43 Congreso Confederal de la UGT, el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, confirmó ayer que el Consell pedirá hoy al Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) la última prórroga del toque de queda durante otras dos semanas. La intención, según las fuentes del ejecutivo consultadas, es que se relaje la restricción de la movilidad nocturna, de tal forma que podría retrasarse su inicio para que comenzara a la una de madrugada, con una duración de 5 horas, hasta las seis de la mañana.

Por lo que respecta al fin de esta restricción, el president ha situado en el inicio de junio el fin del toque de queda una vez venza la nueva prórroga si el TSJ la autoriza como ya hizo el 7 de mayo. Aunque siempre vinculando la decisión a mantener la actual situación epidemiológica, que es la mejor de España desde hace más de dos meses.

La ampliación del toque de queda en la Comunitat Valenciana repercutirá también en el sector de la hostelería, ya que según adelantó Puig, «esto permitirá ampliar sus horarios». El Consell estudia elevar el horario del cierre de los bares hasta las 00.30 horas, si finalmente el cierre de la movilidad nocturna comienza a las 01.00 horas. Puig no quiso concretar horarios y dejó la decisión final para la comisión interdepartamental, a la espera también del pronunciamiento del alto tribunal valenciano.

Finalmente, el Consell ha decidido volver a pedir el aval del TSJ para poder extender restricciones que afectan a derechos fundamentales y constitucionales, como es el caso de la movilidad nocturna o la reunión de grupos de personas, ahora limitada a un máximo de diez. En el seno del ejecutivo existía la duda de si solicitar de nuevo el amparo de la justicia, pues la incidencia de casos de covid a 14 días está muy cerca del mejor escenario de la ‘nueva normalidad’, que se sitúa por debajo de 25 contagios. Ayer, la Comunitat Valenciana tenía una incidencia de 29,34 casos por cada 100.000 habitantes, que son 13,6 puntos menos que a principios de mayo. Cuando el TSJ avaló el actual toque de queda la IA se situaba en 40, 54 casos.

«Estamos bien, pero debemos estar mejor», expuso Puig, quien admitió que tras la última flexibilización de las restricciones «puede haber cierto repunte en los contagios», motivo por el cual insistió en reclamar «prudencia manteniendo todo lo que ha hecho que la Comunitat esté como la región de Europa con menos incidencia acumulada gracias a la corresponsabilidad». Aún está por decidir si se mantiene en diez el número de personas que pueden reunirse en exteriores así como en interiores de casas. Es algo que se decidirá a última hora, antes de enviar este jueves la resolución al TSJ, que debería pronunciarse el viernes.

Con la resolución del alto tribunal encima de la mesa tendría lugar el sábado la reunión de la comisión interdepartamental, que es la que tendrá la última palabra sobre los horarios después de consultar con los expertos que asesoran al Consell. Esta comisión, presidida por Puig, cuenta con la participación de la vicepresidenta y portavoz Mónica Oltra, la consellera de Sanidad, así como el vicepresidente Rubén Martínez-Dalmau, y otros consellers y conselleres.

La reapertura del sector del ocio nocturno tardará más, subrayó Puig, pues deberá ser acordada en el consejo interterritorial a nivel estatal. De momento, no está sobre la mesa. «Cuando podamos, que sea con la máxima seguridad. Faltan pocas semanas para que el horizonte esté más despejado», declaró el jefe del Consell reconociendo que es un sector que está «sufriendo mucho», de ahí que le agradeciera su esfuerzo: «Sabemos que son grandes damnificados y por eso destinamos ayudas directas».

En el caso de que el alto tribunal valenciano no avalara la prórroga del toque de queda, al Consell le queda, como ya se comentó hace 15 días, la posibilidad de mantener los horarios de cierre de los bares y comercio, para que haya una restricción de ‘facto’ que invite a no alargar las salidas nocturnas. Los bares cierran ahora a las 23.30 horas.