La Conselleria de Educación ha anunciado que ya trabaja en la adquisición de material de protección e higiene para el curso 2021-22, del que los gobiernos autonómicos y los ministerios de Educación y Sanidad negocian las medidas que se adoptarán.

En concreto, la conselleria detalla que ya prepara la compra de mascarillas FFP2 para el personal docente y el resto del personal que atiende al alumnado (educadores de Infantil, educadores de Especial, intérpretes de lengua de signos, fisioterapeutas...); además de gel hidroalcohólico.

En total, calculan una inversión de más de 6,2 millones de euros de cara al próximo curso.

Según avanzan, “se adquirirán cerca de 15,5 millones de mascarillas FFP2 para que el profesorado y el personal no docente de atención educativa pueda disponer de una mascarilla diaria durante todos los días lectivos del próximo curso”, por lo que da por hecho que la protección facial podría ser necesaria todo 2021-22. En cuanto al gel hidroalcohólico, se adquirirán 982.800 litros.

Esta es una de las informaciones que el conseller de Educación, Vicent Marzà, y el secretario autonómico de Educación y FP, Miguel Soler, trasladaron ayer a las familias, estudiantes, equipos directivos y sindicatos docentes, a través del Fòrum Educatiu y después de la Conferencia Sectorial de Educación; y responde, según explican fuentes de la conselleria, a la necesidad de realizar una compra de tal envergadura con la antelación correspondiente y a la previsión de cualquier escenario con la que deben organizar el próximo curso.

La mascarilla, obligatoria de momento

Según las primeras medidas que ha puesto sobre la mesa el Ministerio de Educación, que ahora se negocian, el 2021-22 se iniciaría con protocolos muy similares al curso actual. La mascarilla continuaría siendo obligatoria, aunque las ratios previsiblemente aumentarán, una posibilidad a la que se opone la comunidad educativa.

Recientemente, la ministra de Educación, Isabel Celaá, se ha mostrado partidaria de mantener la mascarilla. "No sería las mascarillas lo que yo quitaría primero", respondió en una entrevista en Onda Cero sobre el nuevo curso y una posible 'relajación' de medidas en las aulas, teniendo en cuenta que el profesorado ya está inmunizado y los escolares, según las últimas evidencias, no son grandes contagiadores ni sufren una covid-19 con síntomas graves.

De hecho, algunas comunidades, como Cataluña, sí plantean en sus planes provisionales la posibilidad de, si la pandemia continua a la baja, que la mascarilla deje de ser obligatoria en Primaria, alegando que la actividad educativa no ha estado asociada a contagios este curso.

Por su parte, la Asociación Española de Pediatría (AEP) considera que el 2021-22 debería iniciarse con las medidas existentes en la actualidad, pero que "a medida que vaya disminuyendo la intensidad de transmisión y que se inicie la vacunación de los alumnos podrán relajarse progresivamente", siendo el uso de la mascarilla la última norma en levantarse, después de la desinfección de las aulas o los grupos burbuja, entre otros.

"Es importante destacar el enorme impacto que el uso de las mascarillas ha tenido, no solo para la contención del SARS-CoV-2 sino que también para la disminución de la transmisión de otros virus respiratorios comunes en la edad pediátrica", detallan.

Organización para septiembre

La Conselleria de Educación ha explicado, una vez concluído el primer Fòrum Educativo sobre la planificación de 2020-21, que confía "en la continuidad del trabajo conjunto y unitario de toda la comunidad educativa valenciana para la organización del próximo curso, tal como ya se ha hecho en el curso que está a punto de finalizar y que ha convertido el sistema educativo valenciano en un modelo a seguir".

Asimismo, desde el Departamento de Campanar han adelantado que "se analizarán las necesidades específicas, centro a centro, en coordinación con los equipos directivos, en el nuevo marco de organización planteado", como ya ocurrió el verano pasado de cara a este año escolar.

Desde la Asociación Española de Pediatría (AEP) consideran que en 2020-21, "la implementación de las medidas de prevención ha sido ejemplar, por niños y familias, su seguimiento muy alto, y el compromiso y cumplimiento de los profesionales en las escuelas ha sido encomiable".

Destacan que "los alumnos -incluidos los más pequeños- han tolerado bien el uso continuado de mascarilla y otras medidas de prevención, sin duda, porque se les ha hecho partícipes" y que los brotes originados en las escuelas "han sido escasos, y los eventos de 'superpropagación' entre niños extraordinariamente infrecuentes".