En el 83,2 por ciento de los municipios de la Comunitat Valenciana ya ha sido detectado el mosquito tigre, según el último mapa publicado por la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública. La presencia de esta amenazante especie ha alcanzado ya a 451 de los 542 pueblos y ciudades de nuestro territorio, después de una exponencial expansión en los últimos años. Hace una década no era más que un caso aislado y ahora ya es un incómodo invitado de primavera a otoño. Su agresiva picadura puede transmitir enfermedades como el dengue, la chikunguña y, sobre todo, el zika.

En verano de 2019, el mosquito tigre estaba presente en el 62 por ciento del territorio valenciano, al detectarse su presencia en 335 municipios. Solo unos meses después ya había llegado a 342, mientras que en octubre de 2020 se alcanzó la cifra récord de 451 pueblos y ciudades «colonizados», aunque hay que tener en cuenta que la cifra no significa una detección masiva del insecto, sino que se ha constatado su presencia.

La expansión tiene mucho ver con los movimientos humanos ya que esta especie de díptero tiene un vuelo muy corto y suelen ser las personas los que lo transportan. En todo caso su incremento fue de un 31 por ciento más en apenas doce meses.

Lo cierto es que el mapa elaborado por conselleria y actualizado al 1 de mayo no ha supuesto un aumento de zonas afectadas, aunque se debe a que el anterior último dato es de octubre de 2020, por lo que es normal que con la llegada de las temperaturas bajas de otoño e invierno su influencia disminuya. También las restricciones de movilidad por la pandemia han servido para frenar su expansión. En cambio, cuando en verano los técnicos de Sanidad actualicen la presencia del Aedes albopictus, probablemente su proliferación continúe.

Con todo, cada vez le resultará más complicado al mosquito tigre llegar a ciertas poblaciones, principalmente porque las que aún están libres de su presencia son aquellas del interior de la Comunitat Valenciana, muchas situadas en altura y donde la temperatura media es inferior a 14 grados. Por debajo de esa cifra es complicado que se desarrolle un hábitat para esta especie.

De mayo a noviembre

La especie Aedes albopictus constituye una de las sesenta y cinco especies de mosquitos que se encuentran presentes en nuestro país hasta la fecha, tiene un periodo de actividad muy variable según las condiciones climáticas, y en la Comunitat Valenciana cabe esperar la mayor actividad del mosquito principalmente entre los meses de mayo y noviembre. Su hábitat más frecuente es el urbano y periurbano, vinculado a la retención de pequeñas cantidades de agua en los espacios domésticos o colindantes. Las hembras ponen las larvas en las paredes de recipientes o pequeños espacios con agua (por ejemplo, en el ámbito doméstico, cubos, bebederos para animales, ceniceros, jarrones o platos bajo las macetas).

Conselleria explica que en el ámbito municipal hay que vigilar los pequeños depósitos donde se acumula el agua (como elementos decorativos, estanques, etc.), las redes de saneamiento, con especial atención a los imbornales, o los sistemas de riego.

La Generalitat da ayudas de hasta 350.000 euros

En su particular ‘cruzada’ para combatir el mosquito tigre, la Generalitat Valenciana continúa con su programa de ayudas a mancomunidades y municipios para luchar con este díptero. Se trata de una línea de ayudas que pueden alcanzar hasta los 350.000 euros dependiendo de la extensión y población de la localidad. Las ayudas forman parte de un acuerdo de colaboración con la Federación Española de Municipios y Provincias, que es la entidad colaboradora que tramita las subvenciones a los ayuntamientos.