Algunos de los 23.046 aspirantes ya están más cerca de conseguir una plaza de docente en una de las 67 especialidades de Secundaria u otros cuerpos, como Formación Profesional, escuelas oficiales de idiomas (EOI) o Enseñanzas Artísticas. Ayer empezaron las oposiciones que la pandemia ha retrasado un curso, para 3.542 plazas de libre acceso, la mayoría de Secundaria (sobre todo de Castellano, Valenciano, Inglés, Matemáticas e Historia).

Desinfección de manos y control de temperatura antes del acceder al IES Benicalap de València. | FRANCISCO CALABUIG

Esta primera parte de las pruebas —desarrollar por escrito un tema teórico de los elegidos por azar— tuvo lugar entre un estricto protocolo anticovid, similar a los que se aplican en las aulas. Los espacios fueron desinfectados previamente —para lo que la conselleria invirtió 103.000 euros— y en esta ocasión también han aumentado los tribunales: en total hay 2.370 examinadores en 474 tribunales que tienen a su cargo, de media, a 50 opositores, detalla Educación.

Ayer, a primera hora de la mañana, la gran explanada del IES Benicalap de València servía para desinfección de manos y control de la temperatura de los aspirantes, mientras que en la Escola d’Art i Superior de Disseny, el personal de conserjería indicaba en la calle los diferentes accesos habilitados en el edificio. A las puertas del IES Barri del Carme —y como ha quedado patente durante el curso—, había opiniones enfrentadas y situaciones personales de todo tipo. Para unas opositoras, la pandemia, el retraso de la fecha y el ‘repliegue’ en casa han beneficiado el estudio; mientras que para otras, este año agotador no era el indicado para oposiciones.

«Se lleva de la mejor manera que se puede, siempre hay nervios de última hora, pero cuenta el trabajo de estos meses y el esfuerzo, además de la suerte», explicaba ayer una de las aspirantes por Inglés. «Creo que se han tomado las medidas necesarias y la pandemia y el aspecto social han repercutido para poder prepararse mejor», añadía.

Por el contrario, Marisol T. destacaba el estrés que ha supuesto. «Es mucho trabajo en esta situación, hay que estudiar con niños en casa... No sé qué necesidad hay de hacer las oposiciones este año, si no se van a quedar sin profesores, la lista de interinos es enorme...», critica.

Por otro lado, Consuelo A. reconocía que ha habido cierto polémica, pero es optimista: «Lo positivo es que no hemos salido de casa, así que nos quejamos, pero creo que hemos estudiado más, no había excusa...», defendía. Eso sí, cree que habrá «muchísima competencia». Desde la conselleria destacan la «normalidad absoluta» como «nota predominante» de la jornada, ya que los tribunales se habían constituido «sin incidencias destacables».