El Consell del Botànic pasó ayer de las palabras a los hechos. Ya lo había hecho con la ofensiva judicial contra el Gobierno en defensa del trasvase Tajo-Segura pero ayer los principales responsables de la Conselleria de Agricultura, Mireia Mollà, de Compromís, y el secretario autonómico, Roger Llanes, participaron en la manifestación para exigir la continuidad de los caudales que provienen del Tajo.

El trasvase es una infraestructura vital para el mantenimiento de la actividad agrícola en las comarcas alicantinas y el Consell decidió tomar parte en la manifestación, en coherencia con las decisiones de defender el trasvase en los tribunales, donde ha presentado hasta 39 recursos desde 2015, el último en abril.

Además, el Botànic frena el intento del PP de abanderar el discurso del agua. Los populares, que sacaron abundante rédito electoral de la defensa de los trasvases en tiempos de Rodríguez Zapatero en La Moncloa, realizaron ayer un desembarco en Madrid, con el aspirante al liderazgo autonómico del partido, Carlos Mazón; el número dos nacional, Teodoro García Egea y numerosos diputados, además del presidente de Murcia, Fernando López-Miras. También se sumaron a la protesta cargos de Vox.

Todos ellos acusaron al Consell de dar la espalda a los regantes alicantinos y de permitir que el Gobierno de Sánchez deje sin agua a Alicante. El portavoz de Agricultura, Miguel Barrachina, aseguró que miles de familias de Alicante, Murcia y Almería van a perder su empleo «y nuestros agricultores van a tener que cerrar sus actividades por este recorte», dijo.

El president, Ximo Puig, que ya dijo que el trasvase es irrenunciable, aseguró ayer que es necesario buscar la fórmula que garantice el ‘agua para siempre’ con garantías y sostenibilidad.

Mollà aseguró que es una obligación moral defender una causa justa al lado de los regantes de la Comunitat Valenciana y rechazó el recorte de caudales. «Nosotros hacemos un uso racional y modernizado para ofrecer grandes productos», señaló.

«No se va a repetir un nuevo ‘agua para todos’, el PP no va a volver a patrimonializar la defensa del agua», aseguró ayer una fuente del Gobierno autonómico.

Los populares han puesto el trasvase en el centro del debate para tratar de desgastar al Consell después de que el Gobierno de Sánchez anunciara su intención de reducir el volumen transferible en el trasvase Tajo-Segura (cuando esté en nivel 2) y aumentar los caudales ecológicos del Tajo.

Sin embargo, el director general del Agua, el valenciano Teodoro Estrela, negó que el Gobierno quiera poner «fin» al trasvase Tajo-Segura.

«No es el fin del trasvase»

Según Estrela, lo que se busca es darle mayor estabilidad y que a lo largo del ejercicio sus beneficiarios tengan la misma cantidad pero repartida de otra manera. «La propuesta para modificar las reglas del trasvase en ningún caso pone fin a la transferencia hídrica», afirmó. El objetivo del Gobierno, añadió, es evitar que, como ocurre ahora, el sistema se encuentre más de la mitad del tiempo en situación excepcional y estabilizar las entregas.