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El PP se moviliza ante el temor a que resistan dos candidatos a la presidencia

El alcalde de Ayora, José Vicente Anaya, sigue adelante a cuatro días de acabar el plazo de inscripción para votar

Diputados y cargos del PP valenciano, ayer, en la protesta en Madrid en defensa del trasvase Tajo-Segura. | LEVANTE-EMV

Del desconcierto a la inquietud. La resistencia del alcalde de Ayora, José Vicente Anaya, a abandonar la carrera para presidir el PPCV y dejar el campo libre al presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, ha obligado al aparato del partido a ponerse las pilas y, por si a caso, activar sus estructuras provinciales y locales ante una eventual votación el próximo 4 de junio.

El objetivo es movilizar las agrupaciones para que a su vez animen a sus afiliados y afiliadas a inscribirse para ejercer el derecho a voto. Tienen de plazo hasta el viernes, 28 de mayo, lo que implica, además de rellenar los formularios, pagar las cuotas pendientes.

La retirada del candidato que rivaliza con el avalado por Génova se había dado por hecho desde el principio, pero, sobre todo, a partir de la conversación que ambos mantuvieron hace una semana. Ambos habían pasado el corte para ser proclamados precandidatos, pero la diferencia de avales (12.000 de Mazón frente a 200 de Anaya) era tan abismal que solo un pacto parecía razonable.

En realidad, sigue siendo el escenario más probable, pero el anuncio de una retirada no ha llegado. Ni si quiera cuando Ayora recibió un mazazo con el abandono del alcalde de Alfafar, José Ramón Adsuara, su principal apoyo.

Preocupación en el partido

La preocupación se ha instalado ya en ámbitos del partido. Anaya participó ayer en una tertulia de radio donde apeló a quienes le habían apoyado: «Aunque hay que tener los pies en el suelo, luego está la ilusión que genera la candidatura; No puedo dejar a quienes representó, seguimos en la tesitura, pero en principio habrá votaciones», añadió.

Ante este panorama, la maquinaria se ha puesto en marcha. Las fuentes consultadas admiten que no entienden la estrategia de Anaya, quien podría haber tenido un puesto relevante en la ejecutiva si hubiera renunciado al principio. Es más, apuntan que si su objetivo es mejorar la oferta, se está equivocando.

La semana pasada arrancó oficialmente la campaña electora, pero la convicción de que habría acuerdo hizo que nada se moviera. El problema es que esta calma se ha trasladado a las bases, donde no hay sensación de primarias, lo que podría suponer un pinchazo en la participación. Si Anaya se retira, no habrá urna para la militancia. Ahora bien, si Anaya sigue adelante, a Mazón debe conseguir al menos los mismos votos que avales reunió con el concurso del aparato. Diversas fuentes confirmaron que se ha dado instrucciones para que la gente participe. Hay tiempo, se asegura, pero no hay que dormirse. Fuentes del comité organizador del congreso evitaron ayer dar los datos de personas inscritas alegando que son parciales y que el plazo expira el viernes.

Anaya sigue sin tener opciones en unas primarias que arrancaron con todo el partido a favor de Mazón y será muy difícil que pase el corte. Con todo, una contestación significativa o simplemente quedar muy lejos de esos 12.000 avales enturbiaría su elección.

Y es que aunque el censo de militancia sigue hinchado: 134.000; aquellos con derecho a voto están muy por debajo. Algunas fuentes hablan de que hasta este lunes apenas el 10% de las personas que avalaron a Mazón se habrían inscrito ya para participar en la votación.

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