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El candidato ‘sorpresa’ del PP desnuda el cierre de filas de la dirección con Mazón

La estrategia del alcalde de Ayora, volcado ahora en inscribir votantes afines, evidencia una operación meditada que ha descolocado a la cúpula

El candidato ‘sorpresa’ del PP desnuda el cierre de filas de la dirección con Mazón

La renovación en el PP valenciano no será tan sencilla como la dirección nacional planeó. El relevo de Isabel Bonig a favor del jefe de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, tendrá, salvo sorpresa mayúscula, el final deseado por Génova, pero ya hay contratiempos que enturbian el proceso y desnudan el cierre de filas a favor del dirigente alicantino.

Con la presidenta regional, Isabel Bonig, apartada de la carrera, ha sido un alcalde de un municipio de poco más de 5.000 habitantes quien ha acabado alterando esta hoja de ruta y puesto nervioso a todo un aparato que se puso sin rechistar bajo las órdenes del candidato oficial. José Vicente Anaya, alcalde de Ayora, sorprendió al anunciar su candidatura. Un movimiento que fue visto en como un error de principiante, un salto a una piscina sin agua, pero que llevó a Génova a adelantar la convocatoria del congreso regional.

Una mirada sosegada sobre lo ocurrido evidencia que Anaya está bastante solo, pero también que no le falta estrategia. Al margen de su final, su imagen ha cambiado y todo apunta a que lejos de improvisaciones, Anaya tenía muy meditada su operación desde el inicio. La opinión generalizada es que se ha suicidado políticamente al no aceptar a tiempo una retirada, pero también que hay que tomárselo en serio.

Premeditado o no, lo cierto es que ha logrado que el tiempo corra a su favor y, mientras negociaba con el equipo de Mazón una posible retirada, no ha dejado de ganar apoyos. Primero, reunió los avales necesarios para ser precandidato y estos días, mientras seguían los contactos, ha impulsado las inscripciones necesarias para dar un susto a la candidatura oficial. Aparentemente, Anaya no se ha movido, no ha hecho campaña, pero todo apunta a que parte la tenía ya hecha de su etapa de coordinador provincial cuando nadie en la dirección provincial sospechaba lo que llevaba entre manos. Esa etapa de visitas a municipios y su vinculación con el Foro 2020 y el expresidente Francisco Camps explican que de golpe sólo en la provincia de València, haya logrado unas 500 adhesiones, gran parte de militancia del cap i casal, lo que, por otro lado, es un aviso a navegantes sobre las adhesiones que puede mover el expresidente. La cifra es pequeña si se compara con los 12.000 avales que logró Mazón, pero grande si el censo de inscritos para votar se hubiera quedado en el millar con que arrancó la semana.

No es de extrañar que el equipo de Mazón, que controla las estructuras provinciales, se haya puesto las pilas e impulsado la maquinaria para afrontar una votación que ni se quería ni se esperaba.

La carrera parece imparable y los puentes dinamitados. Difícilmente Anaya pasará el corte el 3 de junio (cae si Mazón saca el 50% de los votos ), pero le ha puesto en aprietos. Su imagen, además, quedaría tocada si no logra traducir en las urnas la demostración de fuerza de los avales. Mazón ayer recuperó la agenda de partido en Sagunt. Allí inició sus visitas a afiliados valencianos.

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