Casi el 40 % de los universitarios realiza sexting, es decir, envía contenido sexual a través del teléfono móvil o las redes sociales. Así se desprende de un estudio llevado a cabo por Enrique García-Tort y Laura Monsalve Lorente, del Departamento de Didáctica y Organización Escolar de la Universitat de València (UV). Una investigación que ha contado con 288 encuestas a estudiantes de la institución académica vinculados a los grados de Pedagogía (66,7 %), Magisterio en Educación Primaria (25 %) y Magisterio en Educación Integral (8,3 %), grados orientados a profesionales de la educación.

Los resultados obtenidos revelan que, concretamente, un 39,2% de los encuestados practican sexting, por lo que los autores del estudio sugieren que puede ser de gran utilidad introducir conceptos como el sexting en futuros y nuevos campos de estudio relacionados con la educación sexual y en relación a los peligros que puede entrañar dicha práctica.

Estas encuestas se han realizado en el grupo de edad de los adultos jóvenes, situados entre los 18 y los 25 años. Se ha observado que la prevalencia de envío de material sexual propio y sus posibles consecuencias, como el ciberbullying o la sextorsión, es mayor en este grupo de edad que en la población adolescente, según las comparaciones hechas con estudios similares realizados a población entre 12 y 16 años.

Por otra parte, el 55,8 % confiesa realizar este envío de material sexual asiduamente con su pareja, mientras que el 44,2 % intercambia contenido con terceros. Aunque se evaluaron variables como el sexo o la orientación sexual, estos resultados fueron eliminados del estudio ya que el 80,9% de las encuestas fueron realizadas a mujeres y el 90,6% a personas declaradas heterosexuales. Estas distribuciones estadísticas representan grandes limitaciones en la muestra empleada en este estudio, según apuntan desde la organización. En el estudio de Enrique García-Tort y Laura Monsalve Lorente, que también cuenta con miembros del grupo de investigación Currículum, Recursos e Instituciones Educativas (CRIE-UV), también se demuestra que a mejor valoración moral y menor percepción del riesgo, mayor frecuencia de la práctica.

“Aunque el sexting no sea una práctica muy extendida entre adultos jóvenes, son pocos los que no hayan tenido algún tipo de interacción relacionada con esta práctica. Esto puede deberse a la omnipresencia actual de los smartphones y al crecimiento de las redes sociales”, se destaca en el trabajo. Aun así, hay claras evidencias de un posible sesgo en adolescentes y jóvenes adultos a la hora de declarar la práctica del sexting a través de cuestionarios, puesto que la tasa de recepción de imágenes suele destacar en los estudios por encima de la de envío.