Medio centenar de zonas de playa de la Comunitat Valenciana se han declarado en los últimos años espacios libres de humo. Esta iniciativa permite, por una parte, disponer de un espacio donde poder respirar sin tener que recibir el humo de otra persona que esté fumando en las proximidades y, por otra, también sirve para mantener las playas limpias de colillas, algo que vienen denunciando las organizaciones ecologistas desde hace años.

Se trata de municipios o zonas adheridas a la Red de Playas sin Humo de la Comunitat Valenciana. Es una iniciativa a la que puede adherirse cualquier ayuntamiento que teniendo lugares sensibles (playas de arena, de roca, fluviales…) decide de forma total o parcial delimitar zonas con la consideración de «espacios libres de tabaco». Esos lugares son identificados y señalizados, y se designa a unas personas como mediadora formadas con un curso específico que deben velar por el cumplimiento de la norma.

Algunas de las zonas del litoral en las que no se puede fumar son las 17 calas de El Campello, la playa del Carabassí de Elx, la del Marge Roig de Dénia, la cala de Finestrat, la playa de Cullera, la cala Retor de Oropesa y la playa de Gandia, que prohíbe el tabaco en toda su extensión menos en el entorno de los chiringuitos.

Cada vez son más los ayuntamientos que optan por esta opción. Algunos departamentos de turismo, en principio, tenían sus dudas, ya que pensaban que podían dejar de atraer turistas. Sin embargo, tras estudiarlo detenidamente, han detectado que no hay apenas incidencia y cambian su estrategia para ofrecer algo cada vez más buscado, espacios limpios de humos.

Ayer se celebraba el Dia Mundial sin Tabaco que este año la Organización Mundial de la Salud conmemoraba con el lema ‘Comprométete a dejarlo durante la Covid-19’.

La Conselleria de Sanitat ofrecía, aprovechando la ocasión, algunos datos sobre el tabaquismo en la Comunitat Valenciana. Según indican, un 20% de la población se declara fumador o fumadora habitual. Además, la edad de inicio de consumo de tabaco se sitúa a los 14 años.

Por ello, Sanidad ha intensificado las campañas preventivas frente al tabaco para concienciar sobre los riesgos que supone para la salud del consumidor, y sobre la potente capacidad adictiva que genera.

Durante la pandemia se ha incrementado la percepción de riesgo sobre el consumo de tabaco, y la finalidad de la OMS es ayudar a crear entornos más saludables que ayuden a dejar de fumar.

Según la consellera de Sanidad, Ana Barceló, «ahora más que nunca tenemos que concienciarnos sobre los riesgos del tabaco. La pandemia nos ha demostrado que cada vez necesitamos más espacios libres de humo, sin tabaco»

La Conselleria de Sanidad, además de los programas asistenciales específicos orientados a la deshabituación tabáquica, lleva a cabo una política de prevención del consumo de tabaco. Uno de los espacios donde se está potenciando son las aulas, a través del programa «Clases sin Humo».