Siete muertes de animales salvajes en una semana. Es el saldo que contabiliza esta semana el Canal Principal de Llíria, una infraestructura que desciende desde el Pantano de Benagéber hasta la capital del Camp de Túria con más de 70 kilómetros.

Una de las dos corzas encontradas esta semana. | LEVANTE-EMV

Tal como denunció ayer la Federación de Caza de la C. Valenciana, este canal es un «peligro» para la fauna silvestre de la zona, donde en la última semana se han ahogado cuatro crías de jabalí, dos corzos y una liebre. «Ni la Administración competente ni la Confederación Hidrográfica del Júcar, de la que depende el canal, han puesto solución efectiva a la problemática», denuncia el presidente de la federación de caza, Raúl Esteban.

Los animales se ven arrastrados hasta este punto de Llíria por la corriente del canal cuando se acercan al agua para beber o cuando tratan de cruzar al otro lado de la infraestructura. Quedan atrapados y mueren ahogados de cansancio.

Por eso, Esteban pide reforzar la seguridad poniendo «vallas perimetrales, rampas de acceso y puntos artificiales de agua a lo largo del canal, además de poner más pasos de fauna; soluciones que evitarían muchas muertes», apuntó. «Actualmente, tan solo se ha vallado un tramo de 450 metros por un solo lado, de los 16 kilómetros totales y se ha instalado una sola rampa para que los animales puedan salir», explicó Esteban.

La Confederación Hidrográfica del Júcar no respondió ayer a las preguntas de este diario. Sin embargo, sí lo hizo la Comunidad de Regantes.

Cuidado de los montes

Eugenia Luna, ingeniera en esta entidad que gestiona el agua que recibe el término municipal, explicó a este diario que si bien la Conselleria de Agricultura y Emergencia Climática no es responsable directa del canal, sí lo es de los montes, y el problema de l ahogamiento de los animales no es solo de la infraestructura, si no mucho más profundo: un buen cuidado de la fauna y flora repercutiría en menos muertos de animales.

«Antes eran los propios cazadores los que venían a llenar balsas de agua para distribuirlas por el monte y que los animales bebieran, eso evitaba que tuvieran que llegar al canal con el peligro que implica», aseguró. Esa tarea corresponde a la conselleria y por eso, tanto Luna como Esteban, pidieron a la conselleria y a la CHJ que tomen cartas en el asunto.

Ademas, la ingeniera defendió que no se trata de vallar el canal, ya que a nivel ambiental solo provocaría que los animales buscaran otros puntos urbanos donde beber.

Lo mismo opina el alcalde de la capital edetana, Manuel Civera, quien cree que carece de sentido el vallado de la infraestructura porque se utiliza para regar. Recordó que son los cazadores los que se encargan de recoger los animales « a cambio de las concesiones de los cotos de caza», por lo que son ellos los que primero detectan estas muertes.