Sin toque de queda, sin límite de personas para juntarse en espacios públicos y con los pubs abiertos. La Comunidad Valenciana inicia este martes una nueva etapa en la desescalada y elimina de un plumazo buena parte de las limitaciones que había vigentes hasta el momento para contener la propagación del coronavirus.
La Generalitat Valenciana justifica este nuevo paso en la mejora de los indicadores y en la necesidad de ayudar a los sectores económicos más afectados por la pandemia, como es el del ocio. Salud y economía. En la balanza los mismos indicadores que han marcado el devenir de esta pandemia.
Los expertos en salud pública reconocen que la situación de la Comunidad Valenciana es buena, la mejor de España desde hace semanas, pero creen que con la apertura del ocio nocturno se ha pisado el acelerador. «Precisamente son las personas no vacunadas las que más se van a exponer, durante más tiempo y en espacios cerrados», advierte Juan Francisco Navarro, presidente de la Sociedad Valenciana de Medicina Preventiva. Este especialista advierte de que se pueden generar este verano situaciones de súper contagio que lleven a que la incidencia se dispare.
Respecto a la presencia de la cepa india, de la que Sanidad ha detectado un primer caso en el departamento de Elche, Navarro no duda de que esta variante acabará colonizando toda la Comunidad Valenciana como ya ocurrió con la cepa británica. «Es cuestión de tiempo. Ahora lo importante sería avanzar todo lo posible en la vacunación para que se alcance rápido la inmunización de rebaño en dos o tres meses como mucho».
El peligro del verano
En Reino Unido se ha visto que la incidencia de esta cepa es más elevada de lo previsto en personas con una sola dosis, lo que ha provocado en las últimas semanas un incremento de los contagios y de los ingresos en los hospitales, poniendo en riesgo la desescalada que había emprendido este país. En la Comunidad Valenciana el número de personas con la pauta completa es del 24,2%, una cifra, a juicio de Navarro, todavía «muy baja» como para justificar mantener el control del ocio nocturno. Advierte de que corremos el riesgo de repetir los mismos errores del año pasado, «cuando en abril esto era un desierto de casos y en verano se produjeron muchos contagios».
Aunque lentamente, la incidencia acumulada ha ido escalando en la Comunidad Valenciana en la últimas semanas desde que el 9 de mayo decayó el cierre perimetral que cerraba desde el pasado octubre el territorio valenciano a personas de otras autonomías. De hecho, este lunes se han superado los 40 casos por 100.000 habitantes.
La vigencia de las medias que comienzan el martes se mantendrá hasta el 30 de junio y Ximo Puig ya ha señalado que si la evolución de la pandemia es buena, a comienzos del mes de julio se aliviarán las limitaciones de horarios para pubs y discotecas. «El problema es que si nos metemos en incidencias de 80 o de 100, ya es muy difícil parar la tendencia», advierte Navarro, quien pide «ser más proactivos» y no actuar cuando ya es difícil frenar el aumento de casos.
Para el catedrático del departamento de Medicina Clínica de la Universidad Miguel Hernández también es muy precipitado abrir el ocio, «teniendo en cuenta que no es una actividad esencial para la economía, como puede ser el turismo o la hostelería, y que en estos locales hay mucho riesgo de que se produzcan eventos supercontagiadores». Este especialista también cree fundamental avanzar todo lo posible en la vacunación de la población de manera que no se den muchas oportunidades a la variante india para su propagación.
