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Mazón se aparta de los barones moderados

El acto en Alicante sitúa al candidato en la línea oficial frente a otros referentes críticos con los que Bonig sintonizaba

La síndica del PP en el Ayuntamiento de València, Maria José Català, y Carlos Mazón. | LEVANTE-EMV

La renovación del PP valenciano diseñada desde hace tiempo por la calle Génova ha tenido mucha trastienda, pero también un objetivo evidente: sumar un nuevo barón regional a la estrategia que marca Pablo Casado. El líder nacional ganó las primarias hace tres años, pero heredó un partido que no es monolítico, donde hay voces discrepantes, algunas de ellas con cierto predicamento. La presidenta saliente del PPCV, Isabel Bonig, que ha acabado pagando el peaje de apostar en su día por la candidata Soraya Sáenz de Santamaría, se esforzó este tiempo en congraciarse con Casado.

La dirigente popular nunca tuvo un criterio discrepante en público y en las reuniones internas del partido siempre mantuvo silencio. Fue leal a Génova, pero en muchas ocasiones su estrategia en la Comunitat Valenciana era muy distinta a la que se marcaba en Madrid.

La visión más centralista de Casado, la política de alianzas con Ciudadanos y los coqueteos con Vox, han separado en varias ocasiones al PPCV de la dirección nacional. Aunque Bonig nunca se salió del redil y por su posición ideológica conservadora era muy difícil encuadrarla dentro de la moderación, en Génova eran conscientes de estaba más cerca de barones como Alberto Nuñez Feijóo.

De hecho, era la baza que Génova temía pudiera usar para resistirse a irse. Según le fuera a Casado dentro del partido, un grupo de críticos solventes podía acabar siendo una amenaza. Con Carlos Mazón, jefe de la Diputación de Alicante, y futuro presidente del PP valenciano este problema ha desaparecido. El alicantino está alineado con las posiciones de Casado y su mano derecha, Teodoro García Egea, con quién mantiene una relación incluso personal. De hecho, como candidato único a presidir el PPCV, Mazón se ha estrenado sumándose a la llamada foto de Colón, aunque con una vuelta de tuerca ya que el alicantino quiere clonar este acto en Alicante para darle un acento valenciano a la protesta por los indultos a los encarcelados por el procés. A diferencia de los barones «moderados» del partido, Juan Moreno (Andalucía); Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León) y Alberto Núñez Feijóo (Galicia); Mazón estará en esta foto, ya se en la capital o en Alicante.

Un discurso flexible

Mazón está situado ideológicamente en el ala liberal del partido, una ubicación que le permite un discurso flexible. Como ocurría con el expresidente Eduardo Zaplana, está menos atado que otros a un discurso valencianista. Ahora bien, para afianzarse más allá de Alicante, deberá combinar formar parte del núcleo duro de Casado con las peculiaridades de un territorio con lengua propia y con una agenda propia que a veces chirría con los intereses de un PP poco proclive a las diferencias territoriales.

En su día, Bonig exploró un nuevo PP valenciano para el que incluso llegó a plantear un cambio de siglas, una suerte de refundación que pasaría por disponer de más independencia respecto a la dirección nacional. Estos planes, aplastados por Génova en su momento, son totalmente opuestos a los de Mazón. El futuro presidente del PP valenciano sí se siente cómodo en la agitación del fantasma del catalanismo, un terreno por el que la organización se adentra de forma periódica. El contexto actual invita a Mazón a explorar esta vía máxime en un momento de intensa crítica a Pedro Sánchez por su guiño a los dirigentes catalanes.

Mazón, que ayer participó en el acto de recogida de firmas contra los indultos, dejó claro que su plan para este domingo es una respuesta «a la valenciana» porque, asegura, la integridad de la Comunitat Valenciana está en riesgo por los «sueños anexionistas» de Cataluña. Mazón ha visto un filón atacar al Botànic y en particular al jefe del Consell, Ximo Puig, favorable a la vía del diálogo que se abre con los indultos. La alianza con Compromís y la visión federalista del PSPV está en su punto de mira.

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