El último concurso promovido por À Punt para renovar el servicio de autopromoción de contenidos de la cadena corrobora los presagios sindicales sobre el progresivo incremento del personal técnico que la radiotelevisión pública está optando por externalizar. El pliego del citado procedimiento prácticamente multiplica por dos el número de trabajadores que deberá proporcionar la empresa adjudicataria en relación al anterior contrato de prestación.
Aunque la entidad lleva desde su nacimiento, en 2018, encargando a una mercantil externa el diseño y la realización de piezas para promocionar la programación propia dentro de sus plataformas, esta vez la contratista estará obligada a incorporar a tres locutores para encargarse de los trabajos, cuando hasta ahora era À Punt la que asumía la tarea de reclutarlos de entre los profesionales que tiene en plantilla. La licitación previa del servicio, en 2020, exigía a la adjudicataria aportar un mínimo de cinco trabajadores para desarrollar spots, cuñas y otras estrategias de autopromoción.
El último pliego, en cambio, eleva a 9 la cifra mínima de empleados ajenos a la casa que estarán vinculados a los trabajos, al incluir también como novedad lacontratación de un técnico de producción. Habrá otros tres empleados encargados de la realización, edición y postproducción de vídeo y audio y un asesor lingüístico. Inicialmente, el valor estimado del contrato casi se cuadruplica respecto al año pasado, no solo por el considerable refuerzo de los servicios encargados y del personal externalizado, sino sobre todo porque aumenta su periodo de vigencia. Si bien hasta ahora la radiotelevisión había renovado anualmente el servicio -adjudicado desde 2018 a una firma audiovisual vinculada al Grupo Secuoya- esta vez el plazo de ejecución es de dos años con la posibilidad de una prórroga por 12 meses más. En total, el precio a abonar a la mercantil ganadora puede alcanzar los 795.000 euros entre 2021 y 2024. Por anualidad, el presupuesto crece alrededor de un 25 %. En la selección, la oferta económica de las aspirantes gana peso y representará el 60 % de la puntuación. La parte técnica supondrá el 40 % restante.
Desde À Punt se justifica el procedimiento ante la necesidad de amplificar la proyección de sus emisiones «con unos contenidos potentes, de calidad y competitivos».
