Las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) de 2021 han vuelto a llevar a miles de aspirantes a los campus universitarios. Si bien la segunda convocatoria del curso pasado —en septiembre— ya fue acogida por las cinco universidades públicas valencianas, desde ayer y hasta mañana se realiza la primera convocatoria, que acoge a más de 24.500 estudiantes y que en 2020-21 se hizo de forma extraordinaria en los mismos centros educativos en los que los estudiantes se formaban, para evitar aglomeraciones y desplazamientos en una situación sanitaria que en julio era peor que la actual.

Así, ayer el aulario sur del campus de Tarongers de la Universitat de València (UV) era uno de los puntos que albergaba la selectividad, que este curso realizan mayoritariamente los estudiantes nacidos en 2003 y que se inició sin incidencias, según la Conselleria de Universidades.

Se trata de las segundas —y previsiblemente últimas— PAU que se realizan en pandemia, por lo que ayer primaba la mascarilla y la distancia de seguridad, además de las aulas ventiladas y con las puertas abiertas, si bien se relajaron algunas medidas y no hubo desinfección de manos ni toma de temperatura como en 2020.

Eso sí, en la UV los estudiantes tuvieron que acceder a las aulas a las 8:30 horas, 60 minutos antes del inicio del primer examen, Historia de España, a las 9:30 horas, lo que alargó la espera hasta tener las preguntas entre las manos.

Juan José Borrás, presidente del tribunal 11 de la UV, explica que los estudiantes llegaron a la universidad «con instrucciones claras de a qué aula tenían que dirigirse» y que en 10 minutos «ya teníamos al 100 % sentados en las clases, sin ningún problema». Por esto, agradece la «colaboración fantástica» de los colegios e institutos, ya que transmitieron la información al alumnado, que solo se aglomeró en momentos puntuales a la entrada y durante el almuerzo, al aire libre.

Similar a 2020

El primer examen ayudó a destensar y, en la mayoría de casos, supuso una inyección de confianza para el alumnado. La prueba de Historia de España se centró en el franquismo y la caída del Antiguo Régimen. En concreto, sobre el siglo XX se preguntó por la situación de la mujer en la Segunda República y la dictadura franquista, «haciendo hincapié en los aspectos políticos y de vida cotidiana», una pregunta muy similar a la que apareció en 2020.

Por otro lado, otras preguntas que podían elegir los estudiantes —que, igual que el curso pasado, cuentan este año con más libertad y distintas opciones— era sobre las Cortes y la Constitución de Cádiz (1810-12) y su comparación con textos de 1845 y 1869, para tratar cuestiones sobre la soberanía, la división de poderes y los derechos individuales.

En cuanto al examen de Valenciano, el segundo de la mañana, había dos textos de autoría valenciana a elegir: un extracto de la novela El jove Enric Valor. Una vida de novel·la (Edicions Bromera, 2020), del escritor Francesc Gisbert; y una opinión de Vicent Riera, profesor de Secundaria, publicada en el digital Nosaltres La Veu, sobre la situación de los docentes en Secundaria.

Ambas opciones tenían como eje la educación, en el primer caso con una defensa de la enseñanza universal (habla de alfabetizar a la población trabajadora y humilde); y en el segundo, con una reflexión sobre por qué los docentes se jubilan pronto (con críticas directas al alumnado, a las familias y a la administración educativa). De hecho, en esta última opción se instaba a los jóvenes a opinar sobre la situación de la enseñanza en Secundaria.

En la prueba de Valenciano también aparecieron sendos textos de Mercé Rodoreda y Vicent Andrés Estellés, pero algunos estudiantes echaron de menos las cuestiones sobre sintaxis y los típicos pronoms febles, o el habitual texto sobre sociolingüística.

Un curso duro

Un «Cómo estáis y no se puede responder mal» hacía reír al alumnado de una de las aulas de la UV. Antes de las 9:30 horas, las caras largas y algo ojerosas mostraban cierta tensión, ante unas PAU que vuelven a ser multitudinarias y unas notas de corte que el curso pasado se dispararon para acceder a la mayoría de titulaciones.

Lucía Morera, del CED Misericordia de València (centro a distancia), reconocía que este curso había sido «complicado» y esperaba hacer una buena selectividad para estudiar Enfermería, «una profesión muy vocacional que me encanta».

Por su parte, Sheila Almodóvar y Elisa González, del IES Joan Fuster de Sueca, recordaban la «incertidumbre» y «tensión» durante todo el curso por el temor a quedarse confinadas o que empeorara la pandemia; mientras que José Asencio, del IES Clara Campoamor de Alaquàs se mostraba alegre porque su asignatura temida, Historia, le había salido bien, a pesar de los nervios que le acompañaban.

A diferencia de él, su compañero de instituto, Adrián Cuenca, estaba«tranquilo y confiado», en parte «por la optatividad y el tipo de preguntas». «No es para tanto al final, es un reto más», decía con optimismo. Eso sí, todos los testimonios coincidían en que el curso 2020-21 «ha sido duro» con la covid-19. Por suerte, ya tiene los días contados.