Opiniones enfrentadas entre la Generalitat, las asociaciones de familiares de personas en residencias de la tercera edad y las empresas del sector en cuanto a la flexibilización de las visitas y las salidas. La vacunación del coronavirus en ese sector de la población concluyó a fines de marzo con éxito, los contagios han sido mínimos en comparación con los peores meses de la pandemia pero, mientras el resto de la sociedad vive en regímenes de más aperturismo, en muchas de las residencias valencianas solo se permiten una o dos visitas familiares de 45 minutos de duración a la semana.

Para la Plataforma Estatal de Organizaciones de Familiares y Usuarias de Residencias —a la que pertenecen dos asociaciones valencianas—, la normativa valenciana en cuanto a las visitas a residentes es «ambigua» y deja en manos de la dirección de cada centro cómo tiene que ser la política de visitas. Por el contrario, fuentes de la Conselleria de Igualdad e Inclusión explican a Levante-EMV que la legislación vigente «es bastante clara cuando dice que las visitas deben tender a la normalidad en los niveles de alerta en los que se encuentra ahora mismo la Comunitat». Según la Generalitat Valenciana, la resolución del pasado 8 de abril dice que «se recupere la normalidad».

Las agrupaciones de familiares consideran que el escenario aún está lejos de la normalidad y denuncian que en la actualidad hay «un régimen similar al que se desarrolla en las prisiones». «Las empresas gestoras siguen aplicando múltiples impedimentos a los encuentros de familiares y usuarias, con la inacción de las administraciones», aseveran. En la Comunitat, gran parte de las 327 residencias de mayores que hay son concertadas —con fondos públicos— y privadas, y los familiares creen que impiden más visitas para aumentar sus beneficios.

La secretaria de la Asociación por los Derechos y el Bienestar de los Ancianos en las Residencias (Adbar), Ester Pascual, dice a este periódico que existe «connivencia» entre la conselleria y las residencias. «Si las residencias tienen que aumentar personal, tienen que aumentar el precio de la plaza, y eso la conselleria no lo quiere asumir», opina. «Tiene que haber más personal, mayor inspección y una normativa más precisa por parte de conselleria», expone la secretaria de Adbar, que está dentro de la Plataforma Estatal.

Ella tiene a su madre, Juana, con alzhéimer en una residencia de Elx y considera que las personas mayores han pasado a ser «ciudadanos de segunda». «Parece que ha mejorado la pandemia para toda la sociedad menos para ellos», opina. Pascual denuncia que tienen «graves problemas» con la Dirección General de Infraestructuras de Servicios Sociales la Generalitat. «Hace tiempo que no nos contestan los correos. Sentimos desánimo», afirma.

Las autoridades sostienen que, desde que entró en vigor la nueva normativa, «ninguna queja formal de las familias ha llegado a la Dirección General de Personas Mayores», que depende de la misma conselleria. Tampoco se han producido quejas vía telefónica ni dan «ningún margen a las direcciones de las residencias», aseguran.

En la tercera pata de la discusión está la Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes de la Comunitat Valenciana. Su presidente, José María Toro, niega «absolutamente que haya connivencia» con la conselleria y considera que el problema, más que de personal, «es del espacio disponible para poder hacer visitas». «Si yo tengo una sola habitación, no puedo hacerlo más rápido», dice. Subraya que desde la patronal no pueden «hacer más de lo que marca la normativa» y que hay «gravísimas» sanciones si la incumplen —como por ejemplo que haya contacto físico y si los encuentros son fuera de turno.

«Entiendo que los familiares pidan más libertad, pero de ninguna manera es un régimen carcelario ni hay ánimo de ocultar nada», asevera Toro, y lamenta la «desconfianza» que siente tras el comunicado de la plataforma. Mientras, sí reconoce que es «pronto» para una situación en la que «cualquiera podía entrar a la hora que quisiera», con la vacunación de la población por completar, pero recalca que están en «constante» contacto con Fiscalía para ampliar horarios.

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Muy pocos casos en geriátricos tras la exitosa vacunación

La Comunitat ha tenido desde el 29 de marzo —cuando acabó la vacunación en residencias de la tercera edad— y hasta el 7 de junio, 32 casos de covid-19 en usuarios de los centros de mayores, según datos de la Conselleria de Sanidad. Solo 7 de esos casos se produjeron a partir del 29 de abril hasta la actualidad. Aparte, se han confirmado 12 positivos entre los trabajadores. No hubo muertes entre usuarios y trabajadores. Se trata de un descenso casi total de los contagios respecto a los peores meses de la pandemia, donde el coronavirus se cebó con este grupo de edad. Hasta el 28 de marzo, hubo 11.152 contagiados entre los residentes, de los cuales 2.080 fallecieron. Un total de 4.499 trabajadores también dieron positivo por covid-19. Con la remisión de la pandemia en los centros y el avance del resto de la vacunación, la apertura total en los centros todavía no se ha producido.