Ya queda menos para que los descendientes de las personas sepultadas en la fosa 21 del cementerio de Paterna puedan recuperar los cuerpos y acabar con el sufrimiento que llevan décadas padeciendo. Se ha podido localizar a familiares de 50 de los 76 fusilados y fusiladas por el franquismo entre el 15 y el 21 de julio de 1939, tres meses después de que el ejército sublevado entrara en Madrid y Franco firmara el comunicado que daba la guerra por terminada.

Nueve de los represaliados son de Quart de Poblet y otros tantos de varios municipios de l’Horta como Paterna, Catarroja, Mislata, Alfara del Patriarca, Alcàsser, Manises Picassent y Torrent. Pero también hay de otras comarcas y de otras comunidades autónomas.

En la mayoría de las ocasiones se les sentenció a muerte por ser miembros de organizaciones políticas, sindicales y, en general, porque constituían o podían constituir un peligro para el régimen.

En algunos casos, se les acusó de haber participado en 1936 en el asesinato del maestro Crescencio Rodilla, hecho que no se pudo demostrar y que en la documentación se puede comprobar que se puso la misma causa «a varios acusados para justificar la sentencia, como en el caso de mi tío abuelo», señala Pilar Taberner, presidenta de la Asociación de Familiares de la fosa 21.

Taberner es sobrina-nieta de José Giner Navarro, conocido por el apodo de «el de la comare», porque su abuela fue comadrona de Quart de Poblet. De profesión jornalero, pertenecía a la UGT desde 1933 y a las Juventudes Socialistas desde 1936. Pilar Taberner destacó que no es casualidad «que se hayan podido localizar a todos los familiares de las personas de Quart de Poblet». «El ayuntamiento de esta localidad ha ayudado desde el primer momento, los hemos tenido para todo desde el inicio: ayuda en la licitación, apoyo informativo, localización, etc. Con ayuntamientos así da gusto. Hay otros que ni siquiera contestan a las peticiones», explicó la presidenta de los familiares.

Aunque han pasado muchos años, aún quedan vivos quince hijos de las 76 personas «lanzadas a la fosa de cualquier manera sin ataúdes y sin ningún tipo de miramiento», incide Taberner.

Es muy importante que se realicen cuanto antes las muestras de saliva a los descendientes y así poder comparar el ADN con el de los restos cuando se abra la fosa. La exhumación, a cargo de la Asociación Científica ArqueoAntro, está previsto que se realice a finales de agosto mientras que la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana es quien va a realizar la identificación por el ADN.

Llúçia Martínez, responsable de secuenciación de ADN de la fundación, espera que se empiecen a recoger las muestras a finales de junio. Recalca que «es pionero en España ya que se va a realizar una secuenciación masiva, una técnica nunca utilizada en este tipo de identificaciones. Hasta ahora se utilizaban procedimientos moleculares pero la secuenciación masiva es más fiable y sensible».