El Foro de Economía Comarcal del Camp de Túria sobre Ciudades Creativas para el Desarrollo Local, con los casos de Llíria y Dénia, fue un espacio de reencuentro en todos los sentidos: en el intelectual, con el intercambio de ideas y reflexiones, pero también en el social, con la reunión de los agentes sociales que la pandemia ha suspendido tanto tiempo. Por eso, había ganas de debatir y de escuchar a los demás en torno a un asunto tan importante como el desarrollo local de las ciudades y, más en concreto, de las dos únicas localidades con la distinción de la Unesco, que nombró a Llíria como Ciudad Creativa de la Música en 2019 y a Dénia de la Gastronomía en 2015.

El título ha aterrizado sobre ambos municipios como un revulsivo en la actividad musical de Llíria y en la apuesta por la gastronomía de calidad de Dénia con efectos y consecuencias en todos los estratos: a nivel vecinal, ha crecido el estado de ánimo general al sentirse reconocidos y valorados por ver cómo se internacionalizan elementos tan intrínsecos en su cultura. A nivel económico, la creatividad espolea a la innovación, que repercute en la economía y en el progreso, genera empleo y, por tanto, desarrollo.

Es solo una de las conclusiones a las que se llegó en el foro comarcal. Dentro de su compromiso con la sociedad valenciana y su apuesta por la información de proximidad para todo el territorio, Levante-EMV reunió el jueves a destacados actores en el auditorio de la sede de Power Electronics en Llíria, patrocinador del evento. La primera mesa llevó por título «La creatividad como motor del desarrollo económico» y en ella participaron el alcalde de Llíria, Manuel Civera; el de Dénia, Vicent Grimalt; el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer; la diputada en el Congreso Ana Botella; el tesorero de la Confederación Española de Sociedades Musicales, Luis Vidal; , y el diseñador de moda edetano Francis Montesinos.

Montesinos, Botella, Grimalt, Monreal, Civera, Colomer y Vidal durante la primera mesa. | FERNANDO BUSTAMANTE

Todos ellos, moderados por el periodista de Levante-EMV Julio Monreal, expusieron su visión sobre la creatividad como motor económico y sobre cómo ha impulsado el reconocimiento de la Unesco a las localidades de Llíria y Dénia, a las que les ha abierto una ventana al mundo, porque como señaló Civera, el nombramiento les incluyó directamente en un club «muy reducido de ciudades» desde donde tejer redes potentes a nivel internacional para fomentar y estimular cada día la música por la que han sido reconocidos. Sin embargo, el alcalde recordó que la capitalidad «se la debemos a muchas generaciones que han sabido transmitir el conocimiento musical», apuntó. En este sentido, el secretario autonómico de Turismo incidió en que la creatividad que ha premiado la Unesco no viene dada ni nace únicamente fruto de la inspiración, sino que «se cultiva, se suda, se trabaja y se pelea», dijo Colomer.

Esta cultura del esfuerzo es bien conocida por Llíria y Dénia. De hecho, la violonchelista María Fuster, que interpretó tres danzas de Bach durante el acto, fue una muestra de ello, ya que nació, creció y se formó en música en Llíria. En el caso de Dénia, el reconocimiento no solo fue un premio reputacional sino que tuvo una repercusión casi inmediata sobre la economía local: ayudó a reactivar la agricultura que había sido sometida al olvido por la baja rentabilidad de los últimos años.

María Fuster, violonchelista de Llíria que interpretó las tres danzas de Bach durante el evento.

Según contó Grimalt, desde 2015 un buen número de campos de cultivo han vuelto a ser trabajados para ofrecer productos de calidad y proximidad y eso ha sido gracias a que la Unesco ha premiado esa forma de hacer las cosas. «Se abandonaron muchas tierras porque los productos no tenían salida al ser demasiado caros. Ahora vemos cómo los agricultores llevan sus productos a grandes restaurantes y que los tomates vuelven a oler a tomate», señaló el alcalde de Dénia.

«La creatividad nos ayuda a transformar un recurso en un producto, nos ayuda a comercializarlo y llevarlo al mercado, que somos todos nosotros», apuntó Colomer respecto a Llíria y Dénia. La música y la gastronomía son parte de su ADN y han sabido aprovecharlo para posicionarse en ambos sectores pero también en otros, ya que sus dos tradiciones se han convertido en un reclamo turístico. Como Colomer afirmó, el turismo «se inserta en las artes y en la conducta humana exploratoria». Para ser aún mejores en este mercado, apostó por la innovación porque «o somos innovadores o seremos baratos».

La intervención de Ana Botella, diputada socialista en el Congreso y experta en Turismo, versó en el mismo sentido y enfatizó en que la creatividad y el turismo van de la mano, pero también la innovación, y todo ello repercute en las empresas y en la calidad de vida de las personas y, por tanto, en el territorio. Además, recordó que ahora hay unas líneas maestras a seguir como son los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Para Ana Botella, "ahora se apuesta por generar valor económico a través de la autenticidad de cada zona y con planes de desarrollo sosegado"

De hecho, Botella recordó que el paradigma ha cambiado. Durante la década de 1990 y de los 2000, la Comunitat Valenciana se llevó a cabo una estrategia turística de «esquilmar recursos, abaratar los precios, utilizar el territorio de forma perversa y estrangularlo». Ahora, frente a eso, se apuesta por generar valor económico a través de la autenticidad de cada zona y con planes de desarrollo sosegado, como es el caso de la capitalidad del diseño de València en 2022, dijo Botella.

Francis Montesinos, Ana Botella y Vicent Grimalt. Fernando Bustamante

Lo local, llave de éxito

Como ejemplo de éxito internacional desde lo local, la intervención del diseñador Francis Montesinos vino a recordar que la inspiración no es gratuita, sino que hay que contar con maestros y con entornos que permitan convertir la creatividad en la oportunidad. Por eso, Montesinos, que reside en Llíria, su ciudad de origen, recordó a sus referentes y a aquel «grupo de compañeros y después amigos con los que estudió diseño de moda en Barcelona en los años 70, entre los que se encontraba Pedro del Hierro» entre muchos otros.

También Luis Vidal, tesorero de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunitat Valenciana, expuso el caso concreto de las bandas de música donde no siempre se sienten atendidas y apoyadas por las administraciones. «En demasiadas ocasiones he tenido que hablar de cuatro tipos de respuesta que la Administración ha dado a nuestros colectivos: insuficientes, incorrectas, injustas e inexistentes», afirmó.

Además, Vidal apostó por inculcar la creatividad también en la gestión para evitar inercias y rutinas anteriores y pidió que se incluyera la Cultura en la agenda 2030 del Gobierno.

La Administración, un freno

Para que la creatividad derive en desarrollo, progreso y empleo, hacen falta fondos económicos. Por eso, las inversiones europeas del plan de recuperación Next Generation se esperan en la C. Valenciana como el maná. Fue Grimalt quien, como alcalde, avisó: «habrá que ver si somos capaces de desarrollar los proyectos, todos aquí sabemos lo complicada que es la Administración». Aunque es una oportunidad histórica, «me gusta tener los pies en suelo y no crearme excesivas ilusiones», señaló Grimalt.

Nadie le contradijo. Más bien al contrario, Ana Botella garantizó que el Congreso «aterrizaría la acción de gobierno» respecto a estos fondos que llevan un sello socialdemócrata «y son los más elevados desde la Segunda Guerra Mundial». Además, apostó por la cogobernanza para gestionarlos entre Gobierno, autonomías y ayuntamientos para poder materializar inversiones.

«Vamos a ver si estamos preparados para la cogobernanza para aprovechar el tren de recursos que nos va a pasar por delante», apuntó Colomer. En este sentido, recordó que los fondos invertirán en sostenibilidad, en transformación digital y en la resiliencia, «porque lo que nos espera después de la pandemia será la crisis climática y hay que ser capaces de no parar el mundo la próxima vez que nos pase algo así».

 Power Electronics, empresa con arraigo en el territorio

El Foro de Economía Comarcal de Camp de Túria se celebró en un enclave cargado de simbolismo: el auditorio Abelardo Salvo recién inaugurado en la sede de Power Electronics, empresa internacional cuyo origen se asienta en La Serranía y desde 2018 instalada en el polígono Pla de Carrasses de Llíria, lo que produjo que otras multinacionales quisieran asentarse también aquí y revitalizar esta zona. Durante la pandemia, Power Electronics colaboró con la fabricación de respiradores.


La empresa aboga porque la Administración dé menos ayudas y más facilidades

Power Electronics eligió quedarse en el territorio de la familia cuando le invitaron a deslocalizarse porque Europa no era competitiva

La segunda mesa de debate con Celda, Salvo, Torró, Monreal, Orengo y Hermosilla

La segunda mesa del Foro de Economía Comarcal del Camp de Túria de Levante-EMV debatió sobre «La responsabilidad de la empresa por el mundo rural y el reto demográfico». ¿Cómo afecta la instalación de una industria en un entorno en riesgo de despoblación? ¿Qué puede hacer una entidad por su entorno? Fueron cuestiones que se resolvieron a cada intervención que realizaron los ponentes: el CEO de Power Electronics, David Salvo, la secretaria autonómica de Economía Sostenible, Rebeca Torró; el secretario de la Fundación Baleària, José Manuel Orengo; la alcaldesa de Marines y presidenta de la Mancomunidad del Camp de Túria, Lola Celda y el vicerrector de Proyección Territorial y Sociedad de la Universitat de València, Jorge Hermosilla. Los dos empresarios de la mesa, Salvo y Orengo, dieron un toque de atención a la Administración y la instaron a «facilitar» y fomentar el asentamiento de empresas en el territorio. Para Salvo, las empresas no pueden vivir subvencionadas ni recibir ayudas constantes. Lo que los ayuntamientos y las autonomías deben hacer es generar facilidades para que el territorio sea una oportunidad para ellas.

Para Rebeca Torró, una colaboración estrecha entre ayuntamientos y empresas atraerá nuevas inversiones

Salvo intervino con su experiencia como ejemplo. Power Electronics, una empresa familiar con una proyección internacional dedicada al almacenamiento de energía con cuatro plantas de producción en Estados Unidos, comenzó en el Parque Tecnológico de Paterna. En 2008 decidieron implantarse en Higueruelas, un municipio de La Serranía con 500 habitantes a 60 kilómetros de València. «Necesitábamos producir un producto tecnológico sin especular con el suelo y de forma rápida», e Higueruelas tenía un terreno adecuado para su producción.

En 2018, con otra necesidad de ampliar sus instalaciones, fue una conversación con el alcalde de Llíria, Manuel Civera, el que le llevó a sopesar instalarse en el Polígono de Les Carrasses, que estaba abandonado. «En aquel pleno teníamos que decidir si invertíamos o no 70 millones de euros y quería que toda la corporación municipal votara a favor de reactivar el polígono», relató Salvo. También explicó cómo estuvieron tentados de deslocalizarse y llevar sus instalaciones a Asia. «Estábamos empezando a fabricar y se decía que Europa no era competitiva», explicó. Sin embargo, se quedaron en La Serranía y el Camp de Túria «porque nos sentíamos bien recibidos».

Un momento durante la segunda mesa de debate. Fernando Bustamante

En Baleària, José Manuel Orengo afirmó que donde no hay empresas, «no hay prosperidad», y si los ayuntamientos quieren mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, deben facilitar que las entidades «desarrollen todo su potencial y ambición», hasta el punto de que una gran empresa implica un sentir colectivo. «Donde haya una oportunidad, ahí tiene que estar el ayuntamiento con sus empresas», zanjó. Por su lado, Torró destacó que la covid-19 ha puesto en evidencia precisamente esa vertiente: la necesaria y fundamental colaboración público privada, «a la que hemos llegado porque vivíamos una situación muy compleja».

Precisamente será esa forma de trabajar tan estrecha entre la Administración y las entidades de su territorio lo que atraerá a otros inversores, según la secretaria autonómica. Para Torró, los consistorios tienen que ser «facilitadores» y para ello habrá que reformar la legislación para ser más eficientes. «Las administraciones somos muy seguras pero muy lentas», reconoció Lola Celda. De hecho, entre los retos que afronta la comarca, uno de ellos es llevar la industria también a la parte más alejada del Camp de Túria, donde hay pueblos cuya población decae en favor de los cuatro municipios que cuentan con más de 20.000 habitantes. «Los municipios de interior tienen los mismos derechos pero no los disfrutan», lamentó.

Reclamo turístico desde lo local y cambio en la concepción de lo rural

Inmaculada Rodríguez-Piñero y Francisco Boya aportaron su visión desde Bruselas y Madrid

En tiempos pandémicos, las intervenciones a través de herramientas digitales están a la orden del día y así sucedió también en el foro: la diputada socialista en el Parlamento Europeo, Inmaculada Rodríguez Piñero, no pudo desplazarse hasta Llíria por motivos de agenda, por lo que se vio obligada a participar en el acto de Levante-EMV desde Bruselas. Para la valenciana, invitada a formar parte en la primera mesa sobre la creatividad como motor del desarrollo local, subrayó el «honor» para la C. Valenciana de tener dos ciudades creativas de la Unesco de las nueve que hay en España.

Inmaculada Sánchez Piñero. Fernando Bustamante

Además, lo son «con dos elementos tan significativos como son la Gastronomía y la Música», categorías que solo pueden crear las personas porque dependen de la creatividad más primitiva «que no puede desarrollar un robot». Por eso, esas potencialidades están completamente ligadas a lo local «y no es posible deslocalizarlas», por lo que la eurodiputada animó a fomentarlas y que sean una bandera para atraer al turismo. Por su lado, la jornada la cerró el Secretario General para el Reto Demográfico, Francesc Boya, quien recordó que la pandemia de covid-19 ha removido todos los cimientos de la sociedad que conocíamos.

El año vivido dejará secuelas en lo social, en lo económico y también en lo rural, porque «vemos que hay una parte de la sociedad española que tiene una nueva mirada hacia lo rural, donde contempla otras formas de vida que hay que aprovechar», explicó desde Madrid el secretario general. En este sentido, llamó «a ser productivos y a través de la cultura recuperar el arraigo y las raíces, evidenciar un nuevo relato».

Francesc Boya Fernando Bustamante

Para ello, el secretario general también apuntó a que el trabajo desde lo local es «fundamental» para devolver la funcionalidad a los territorios rurales, y fió la solución de algunos grandes males de la España rural a los 10.000 millones de euros que el Gobierno de Pedro Sánchez va a destinar a revertir la despoblación del interior de la península dentro de los Fondos para la Recuperación que va a repartir la Unión Europea. En este sentido, alabó que Moncloa «haya entendido» que hacía falta una estrategia para poder afrontar el reto demográfico que es «poliédrico» y afecta de muchas formas a la geografía española. Boya no escatimó en datos que confirman que el caso de España y su despoblación es uno de los más dramáticos de Europa en favor de una «urbanización masiva» de las grandes ciudades donde no pueden soportar más peso poblacional.

"La despoblación se tiene que combatir con la empresa"

El vicerrector de Proyección Territorial ySociedad de la UV, Jorge Hermosilla, hizo un análisis claro y conciso sobre la despoblación del interior valenciano y lo determinante que resulta la existencia -o no- de empresas en él. «La despoblación se debe combatir con la empresa como protagonista y hay que desarrollarla con sostenibilidad», afirmó el también director del Plan Valenciano Antidespoblamiento.

 Hermosilla apuntó a que las organizaciones son «esenciales e imprescindibles» para la generación de empleo y para la creación de redes, tanto económicas como sociales, lo que atrae a personas o hace que las que vivan en estas áreas puedan quedarse. De hecho, explicó que hay cuatro factores que se repiten cuando se estudia la localización de las empresas en el territorio: necesidad de suelo, buenos accesos, recursos y vinculación con el territorio.Además, habló sobre la crisis del sistema rural valenciano y cómo según las últimas encuestas «más del 50 % de los jóvenes en el medio rural con trabajo asegurado quieren marcharse de allí».

Por eso, es imprescindible garantizar servicios y empleo, tal como defendió la alcaldesa de Marines, Lola Celda, al hablar de la pandemia y cómo ha generado interés en los pueblos. Ahí es donde entra en juego la empresa. «Allí donde hay emprendedores hay una llama para evitar la despoblación», sentenció Hermosilla.