La Generalitat considera que las residencias de la tercera edad deben recibir visitas con normalidad en los centros libres de covid-19 pero que, al mismo tiempo, esa normalidad tiene que entrar dentro de los cuidados que todavía se tienen en el marco de la sociedad.

Después de que ayer se produjera un crítico comunicado que procedía de las principales asociaciones de familiares de personas en residencias, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, defendió en una rueda de prensa que «los técnicos dicen que no se puede relajar la distancia social». Oltra respondió así a las quejas de la Plataforma Estatal de Organizaciones de Familiares y Residencias —a la que se adscriben dos agrupaciones valencianas—, pero también a otro fuerte comunicado de la patronal de los geriátricos, la Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes de la Comunitat Valenciana (Aerte).

Desde la patronal lamentaban que la Conselleria de Igualdad hubiera desestimado todas las propuestas que realizaron. Entre esos planteamientos aparecían que por fin hubiera contacto físico entre residentes y familiares durante las visitas y, por otro lado, que se liberaran 1.400 plazas de reserva libres para aislamiento y que «impiden atender a muchísimas personas que necesitan un recurso residencial», según la patronal.

Respecto al anhelado contacto físico entre familiares con sus mayores ya vacunados con éxito, fuentes de la conselleria añadieron a Levante-EMV que «hay unas normas que vienen dictadas por el consejo interterritorial», y que deben cumplirse. Oltra, que aseguró que desde la Generalitat son «sensibles a las peticiones de Aerte», recalcó que respetar la distancia no es algo exclusivo de los centros de mayores. Y pidió a la patronal que, si tiene constancia de que la resolución no se está cumpliendo en alguna residencia, dé parte de ello para, en ese caso, que su departamento actúe.

Así, pese a que tanto el Consell como Aerte hablan de tener «normalidad» en las residencias, la realidad social —en la que aún no se ha completado la vacunación del total de la población— impiden que esa palabra recupere su significado completo. Hay que recordar que la última normativa de conselleria referente a las residencias data del pasado 8 de abril, y en la actualidad la mayoría de residencias de la Comunitat permiten ya visitas familiares: son una o dos por semana y duran 45 minutos. En algunos casos, se da la opción a que las familias puedan llevarse a sus mayores del geriátrico y pasar varios días juntos, durmiendo en el domicilio familiar. La Plataforma Estatal de familiares calificó ayer el régimen de visitas de «carcelario» y reclamó más personal en los centros y ampliación de horarios para poder ver a sus seres queridos. Entendían que la situación actual, casi libre de contagios en geriátricos —solo siete casos notificados en la Comunitat a partir del 29 de abril—, permite una mayor apertura.

Por su parte, Aerte dijo en su comunicado que «los residentes, las familias y los profesionales ya están agotados y no entienden que no se cambie la normativa». La patronal también fue objetivo de críticas de las familias durante la jornada anterior. En su comunicado, apuntaron hacia conselleria. «A pesar de acumular nueve semanas sin fallecidos por covid-19, la conselleria sigue sin hacer ningún cambio normativo que permita el contacto con familiares», expusieron, antes de que Oltra les contestara en la mañana de ayer.

Otras proposiciones de Aerte plantean que hubiera pruebas PCR a las plantillas a la vuelta de vacaciones, la eliminación de tener vacunado al 95 % del centro para considerarlo como de «vacunación completa» y no tener que hacer aislamientos preventivos con personas vacunadas.

«Muchas de las respuestas remiten a la Conselleria de Sanidad y hablan de criterios técnicos pero la realidad es que la vicepresidenta Oltra dijo la semana pasada que había espacio para seguir avanzando y, sin embargo, todo sigue igual», dijo el presidente de Aerte, José María Toro.

Incredulidad entre los familiares con el Consell y Aerte

Anteayer, la conselleria dijo a este diario que no había recibido quejas formales desde que entró la última normativa en vigor para visitas a geriátricos, el 8 de abril. Las declaraciones han causado sorpresa en la Asociación por los Derechos y el Bienestar de Ancianos en las Residencias. Su secretaria, Ester Pascual, afirmó ayer que «es incongruente» que digan que no tienen quejas y que Oltra «sabe perfectamente que todo lo que se denuncia no se contesta». Además, opina que si en la patronal miran por lo mejor para los usuarios, deben hacer todo lo que puedan para contar «con más personal».