Europa aprueba destinar 25.810 millones a redes transeuropeas hasta 2027

El Consejo de la Unión Europea (UE) dio ayer el visto bueno definitivo a la segunda edición del «Mecanismo conectar Europa» y conocido como CEF (siglas en inglés de «Connecting Europe Facility») para la inversión en infraestructuras europeas, que contará con 33.700 millones de euros.

Del total del presupuesto, 25.810 millones de euros irán dedicados a cofinanciar las redes transeuropeas de transportes (RTE-T), entre las que se encuentra desde el año 2011 el corredor mediterráneo como eje prioritario, además del corredor cantábrico-mediterráneo (que incluye el tramo Sagunt-Teruel-Zaragoza) que se declaró prioritario en noviembre de 2018.

La inversión que puedan recibir ambos corredores (considerados red básica y que deben estar finalizados en 2030) dependerá de las propuestas de financiación que presente el Gobierno de España a través del Ministerio de Transportes.

Inversión en años anteriores

No obstante, el coordinador del Gobierno para el corredor mediterráneo, Josep Vicent Boira, recuerda que «los fondos del CEF 1 (2014-2020) han inyectado en las obras del corredor mediterráneo 300 millones en este periodo». Una inyección presupuestaria que los gestores del eje ferroviario confían en incrementar con el CEF 2 y los fondos de resiliencia. El CEF 2 también destinará 5.800 millones a proyectos energéticos, entre ellos proyectos transfronterizos de renovables, y 2.060 millones a infraestructuras digitales, en concreto a estimular el desarrollo de las redes 5G a nivel local.

Vocación digital

El programa, que se ejecutará entre 2021 y 2027, tendrá una clara vocación digital e impulsará el desarrollo y el despliegue de infraestructuras digitales transfronterizas, dotando a las principales vías de transporte (carretera, ferrocarril, rutas marítimas y puertos) de una conectividad resistente y de alta velocidad.

Asimismo, promoverá las sinergias entre los sectores del transporte, la energía y lo digital con el objetivo de hacer más «eficaz» la acción de la UE y minimizar los costes de ejecución, señala el Consejo en nota de prensa.

«Este segundo mecanismo es aún más fuerte y desempeñará un papel importante en la recuperación posterior a la crisis y en la construcción de una UE neutra desde el punto de vista climático», aseguró el ministro portugués de Infraestructuras y Vivienda, Pedro Nuno Santos, cuyo país ostenta la presidencia del Consejo en este semestre. Ahora solo queda que la Eurocámara apruebe definitivamente el programa de inversión en infraestructura, que una vez entre en vigor se aplicará con carácter retroactivo a partir del 1 de enero de 2021.

Los veintisiete países de la UE también adoptaron ayer una serie de nuevas normas sobre la red transeuropea de transporte (RTE-T) por las que se agilizará los procedimientos que deben seguir los promotores de proyectos en lo que respecta a la concesión de permisos y la contratación pública de proyectos transfronterizos.