Como todos los años se vende a bombo y platillo la entrada del verano a una hora concreta de un día concreto. Debería estar acostumbrado, pero me sigue pareciendo estúpida esa manía de poner puertas al campo, de fijar horas de comienzo y término a elementos naturales, de confundir un mero hecho astronómico con una estación climática, por mucho que haya relación. Peor aún es cuando se aprovecha para, una vez más, colar la previsión estacional de AEMET que, por supuesto, promete más calor y menos lluvia de la habitual en toda España. Yo lo del calor en casi toda España lo supongo en todo verano que se precie de serlo, pero tengo que decir que en muchas zonas otros años a estas alturas, ya llevamos más de 20 días de verano climático, ya se han superado umbrales muy superiores a los actuales. De igual modo, hablar de que el verano va a ser menos lluvioso en España de lo habitual no me preocupa mucho porque en una buena parte del país el verano es una estación muy seca, y que llueva menos que poco o nada no es preocupante. Por otro lado, alguien debería hacer el ejercicio de revisar los índices de acierto de esas previsiones estacionales, pero yo, mirando solo la de la primavera de 2021, detecto un fracaso absoluto. Nos dijeron que iba a llover en la primavera de 2021 menos de lo normal y que iba a hacer más calor de lo que se podía esperar en esa estación intermedia que todo el mundo presupone absurdamente como suave e intermedia. A toro pasado resulta que AEMET nos dice que la primavera ha sido 0,5 grados más baja en las medias y más lluviosa en términos generales, o sea, lo contrario de lo pronosticado. En sus pronósticos estacionales, AEMET siempre explica en la letra pequeña que sólo se trata de marcar una tendencia que puede no cumplirse pero todo el mundo, AEMET también, se queda con el titular y se lanza a la piscina, algo que ya apetece en esta época del año. Es verano y hará calor y lloverá poco, ese es mi arriesgado pronóstico en función de lo que suele pasar en nuestro clima….o no.