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Once centros denuncian las notas de un tribunal de las PAU en Filosofía

Un colegio concertado e institutos de València, l’Horta y la Ribera remiten un escrito conjunto a la comisión de las pruebas porque la mayoría de las calificaciones de un mismo corrector no superan el tres

Detalle del material de una estudiante, en las PAU. g.caballero

Profesorado de diez institutos públicos de la Ribera, l’Horta y València, además de un colegio concertado de València, han solicitado a la comisión gestora de las Pruebas de Acceso a la Comunitat Valenciana (PAU) que anule las notas de Historia de la Filosofía que ha puesto un tribunal corrector de los exámenes.

El motivo son las excesivamente bajas calificaciones de esta materia que el pasado viernes recibieron el centenar de estudiantes evaluados por el tribunal 14 de la Universitat de València, según explica Miquel Martínez, docente del IES Rascanya Antonio-Cañuelo de València.

En concreto, detalla que la mayoría de estudiantes de este tribunal tienen en la materia entre un 0 y un 3, y que los casos puntuales con las calificaciones más elevadas (algunos 4, 5 y 6) son contados y en chavales de excelentes durante el curso.

«En base a la preparación del alumnado y a la prueba es muy complicado entender el porcentaje tan alto de suspensos y notas tan bajas», critica el docente, por lo que considera que es «llamativo» y más al observar que son resultados idénticos al del resto de centros puntuados por el mismo corrector.

Tras el disgusto al observar las calificaciones —y ver que esto no ocurría en otros tribunales—, profesorado de los once centros evaluados por el mismo corrector del tribunal 14 hicieron piña y presentaron el pasado miércoles un escrito conjunto a la comisión gestora de las PAU y al especialista de la asignatura.

Se trata del Colegio Gran asociación de València y los IES Blasco Ibáñez (València), El Saler (València), Els Évols (l’Alcúdia), Guadassuar, Guillem d’Alcalà (la Pobla de Farnals), La Patacona (Alboraia), Llopis Marí (Cullera), Manuel Sanchis Guarner (Silla) y el Maria Carbonell i Sánchez (Benetússer), además del Rascanya, que dudan y ponen «en cuestión el proceso de corrección», por lo que solicitan «que se evalúe y estudie si se ha dado una situación anómala» y el «problema concreto» de este tribunal.

Además, consideran que «la única manera para que haya un proceso equitativo es impugnar las notas y que se vuelva a iniciar el proceso» de corrección únicamente en este tribunal, ya que en el procedimiento de revisión ordinario la baja calificación seguiría lastrando, en parte, al alumnado.

Un golpe emocional

Según el profesor del IES Rascanya, los estudiantes están «afectados a nivel anímico y emocional, porque salieron bastante contentos y sufren por las consecuencias que esto puede tener». De hecho, en un escrito que ha recibido este periódico, los jóvenes denuncian que sienten «humillación, impotencia y decepción por el trato recibido»; y consideran las notas «absurdas e injustas», pues «no se corresponden con el trabajo realizado durante el curso», denuncian.

Y es que, al ‘golpe’ que supusieron las calificaciones bajísimas, se suman las buenas expectativas que tenían, pues el docente explica que el examen sobre Tomás de Aquino, Kant, Nietzsche y Descartes era «muy razonable y asequible», y se podía «llegar al aprobado con cierta soltura» y sacar «una buena nota si se iba preparado». No obstante, según ha podido saber este periódico y a falta de publicarse las estadísticas oficiales, la nota media de la asignatura en otros tribunales ha bajado respecto a años anteriores y no es especialmente alta, aunque sí hay diferencias evidentes y son mejores que las del tribunal 14, que ha recibido más quejas del alumnado sobre Filosofía que el resto.

Mecanismo para reclamar

Cabe recordar que los estudiantes que en selectividad reciben una calificación inesperada, pueden solicitar una segunda corrección, que hará una persona diferente. Si la nota que pone es de más de dos puntos de diferencia respecto a la primera, entonces un especialista realiza una tercera corrección y, con ese resultado y los anteriores, se calcula una nueva nota media que será la final que conste.

No obstante, en este caso esta solución no convence pues, como afirma Martínez, «el último resultado siempre está condicionado a la primera nota, que ha sido muy negativa» y esa media seguiría perjudicando a los jóvenes a la hora de acceder a la universidad.

Si esto se confirma, aún podrían presentar —siempre individualmente, como la revisión— un último recurso contra la decisión del tribunal directamente a la comisión de las PAU. Finalmente, si no se hubiera obtenido plaza en la universidad y se mejora la nota —superando la de corte—, el estudiante puede reclamar y obtendría el acceso al grado solicitado.

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