La comida en la playa de un grupo de amigos acabó con una propuesta de sanción por parte de un agente de la policía local que se sintió agraviado por las risas que generó que a su bicicleta le faltara la letra "l" de manera que se leía "policía loca" en lugar de "policia local". El sancionado, un jubilado de 69 años vecino de Rafelbunyol, espera que la "coherencia" y el "sentido común" impida que prospere la multa ya que, de no ser así, este hombre se expone a tener que pagar hasta 600 euros por echarse unas risas.

La denuncia se formalizó el pasado 18 de junio, cuando un grupo de amigos acababa de comer en una terraza de un conocido restaurante en primer línea de playa, en Alboraia, en la playa de La Patacona. "Uno de los amigos salió a fumar y vio la bicicleta. Pidió permiso e hizo la foto. Cuando volvió a la mesa nos la enseñó y yo quise verla por mí mismo porque no daba crédito. Me dio mucha risa que se leyera 'policía loca'. Conforme nos acercábamos el agente me preguntó: ¿qué no le gusta la policía? Y yo le contesté pues mira ni me gusta ni me disgusta, y ya se armó el lío. Me pidió la documentación, que no llevaba encima y entre que fue a buscarla y volví pues se acercaron el resto de amigos para ver qué pasaba porque no entendían que me fueran a multar por semejante tontería", explica el afectado, que no quiere dar su nombre para evitar "más problemas" aunque sí muestra tanto la denuncia que le pusieron como la fotografía de la discordia.

En la denuncia interpuesta al jubilado se marca la casilla "falta de respeto y consideración (artíuclo 37.4)" es decir, uno de los artículos de la ley Mordaza más criticados por organizaciones sociales y sindicales cuando se aprobó la ley ya que la determinación de la falta de respeto y consideración únicamente puede ser fijada por el representante de las fuerzas y cuerpos de seguridad que interpone la denuncia. Se trata de una sanción administrativa en la que no tiene que intervenir la autoridad judicial y prevé sanciones de hasta 600 euros.

Así, en los "hechos denunciados" consta el siguiente texto redactado por el agente: "En el legístimo ejercicio de las funciones denunciando un coche, sin venir a cuento, el identificado cita en voz alta ante los transeúntes 'Policía loca', provocando la aglomeración de otras 5 personas que se unen a interpelar la actividad policial, haciendo fotos a los vehículos. Al ser requerido a identificarse, igualmente sigue en voz alta diciendo 'vergüenza os tendría que dar', 'no haceis más que molestar', 'mentís como bellacos' interfiriendo en la actuación previa. Tras solicitar insistentemente su documento de identidad, accede a facilitarlo".

Para el denunciado, la multa es "un despropósito". "Espero que la sanción no prospere porque no tiene ningún sentido. Ni reirse puede uno, vaya. Al final estábamos de cachondeo porque faltaba una letra y nos dio la risa, ya ves que agravio. Pero se ve que con la ley Mordaza ni reirse puede uno. La multa es injusta porque ni tan siquiera interpelamos a la policía ni a los agentes que allí estaban. No le falté el respeto a nadie, pero tampoco me quedé callado. La policía está para solucionar problemas, no para crear problemas", explica.

Quince días antes de que se produjera esta denuncia, decenas de valencianos se manifestaron contra la Ley Mordaza en València. El objetivo de esta marcha, a la que se adhirieron más de 100 colectivos y asociaciones, fue mostrar el rechazo total hacia la Ley Orgánica de protección de la seguridad ciudadana del año 2015, conocida popularmente como Ley Mordaza ya que, entre otros aspectos, las sanciones son puestas por los propios agentes de los diferentes cuerpos policiales del Estado y no necesitan que sean reafirmadas por un juez ni ninguna otra autoridad judicial. Así, es el mismo agente el que califica como "una falta de respeto" hacia su persona una actuación de un ciudadano y decide interponer la sanción, tal como le ha ocurrido a este jubilado de 69 años.