València se convertirá esta tarde en destino inesperado para 175 de los estudiantes que permanecían aislados en un hotel de Palma de Mallorca debido a un macrobrote de covid-19 por el que hay más de 1.800 jóvenes contagiados en toda España, que sumados a las personas confinadas por contacto eleva a casi 6.000 el número de afectados, de las que 102 son de la Comunitat Valenciana. Una jueza anuló parcialmente ayer por la tarde el confinamiento al permitir la salida del establecimiento hotelero de todos aquellos que hubiesen dado negativo en las pruebas PCR.

Para evitar su dispersión por la isla, el Govern balear embarcará esta mañana a los jóvenes en el ferri Sicilia de la compañía Baleària que zarpa a las 10 horas y llega al puerto de València a las 5 de la tarde. Una vez desembarcados, está previsto que cada comunidad autónoma de origen se haga cargo del traslado de los jóvenes a sus ciudades de residencia.

Al menos 18 de los estudiantes que han permanecido confinados desde el domingo en el hotel covid de Palma abandonaron ya ayer el establecimiento después de conocer que la jueza había anulado la medida sanitaria impuesta por la Conselleria de Salud. Pueden marcharse 175 jóvenes, mientras que los 74 que están contagiados deben seguir confinados en el hotel.

El Govern salió ayer tarde, a través del vicepresidente Yllanes y la consellera Garrido, para anunciar que se va a acatar la decisión de la jueza, aunque «se discrepe» de la resolución judicial, que va a ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia balear. «El auto va en contra del bien jurídico protegido, como es la salud pública», señaló Yllanes, que afirmó que la decisión judicial beneficia a los 175 estudiantes que han dado negativo en las pruebas de contagio, pero pone en «peligro la salud de los otros 1,2 millones de ciudadanos que viven en Balears».

La decisión judicial, que derriba la estrategia sanitaria de la Administración ante el contagio masivo de los estudiantes en este viaje de fin de curso, obligó al Ejecutivo a buscar una solución que no estaba prevista. Garrido habló de realizar «un último esfuerzo para salvar la salud pública de Balears y del resto de las comunidades autónomas», ya que existe el peligro de que estos jóvenes puedan estar contagiados y puedan extender el virus por su ciudad de origen. Para que este escenario de contagio no se produzca, el Govern intentó ayer, aunque no lo logró en todos los casos, que los estudiantes terminen la cuarentena en el hotel covid. Y la otra posibilidad que se les ofreció es que la pasada noche durmieran en el hotel y que esta mañana suban a el barco que les trasladará hasta Valencia. Este traslado lo pagará el Govern y los adolescentes no tendrán ningún tipo de contacto ni con la tripulación ni con el resto del pasaje. De hecho, la naviera ha aislado una zona del barco exclusivamente para ellos. Y al llegar a puerto, se someterán a una prueba PCR.

Mercedes Garrido hizo un llamamiento a la responsabilidad de estos adolescentes y sobre todo les pidió que si se iban del hotel, que no socializaran con el resto de ciudadanos y que no utilizaran para nada el transporte público. «Si han sido responsables para venir a Mallorca para divertirse, que también lo sean para evitar que el resto de la población se contagie», señaló la consellera, que al mismo tiempo explicó que la mitad de un grupo de jóvenes que regresó a Galicia han vuelto infestados. «La enfermedad no se manifiesta en el primer momento», recordó la consellera, que apuntó que ayer mismo se habían detectado otros siete positivos entre los jóvenes hospedados en el hotel covid.

El vicepresidente balear, Juan Pedro Yllanes, se manifestó con contundencia al defender su discrepancia con la decisión de la jueza del juzgado de lo contencioso. «El auto pone en peligro la política sanitaria de todo el país». El vicepresidente hizo hincapié en un aspecto que consideró especialmente grave de la resolución judicial, y es que «la jueza permite que no se pueda exigir a un ciudadano que se someta a una prueba PCR».