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Una ejecutiva para contentar a todos

Català será la dos, pero la organización recae en el alcalde de Finestrat y entra Macarena Montesinos

Carlos Mazón y Maria José Català pasean antes del comienzo del congreso del PPCV. | EDUARDO RIPOLL

Una ejecutiva amplia, que cuenta con casi todas las familias del PP, con rostros nuevos, pero también con muchos rescatados del pasado y concebida prácticamente como un comité de campaña, con áreas de trabajo específicas y perfectamente encajables en un programa electoral. Este es en esencia el nuevo organigrama que Mazón presentó ayer y que, como era ya conocido, tiene como nombre propio a Maria José Catalá, nueva secretaria general. Català será la persona de confianza del dirigente alicantino, la encargada de guiarlo por los entresijos de una organización que, si bien se ha plegado a él, todavía le es ajena, sobre todo en València y Castelló.

Català se comprometió ayer a ser la «fiel y leal escudera de Mazón», al que proclamó su lealtad, en un mensaje quizás dirigido a quienes recelan de su creciente protagonismo. Pero la portavoz popular en València no estará sola. Como era previsible, Mazón ha encargado la vicesecretaría de organización al alcalde de Finestrat, Juan Francisco Pérez, una de sus personas de confianza en Alicante, y que ejercerá de numero tres y que descargará a Català del día a día del partido.

Perfil más político

Pérez está llamado a ser el fontanero mientras que la exalcaldesa de Torrent tendrá un perfil más político ya que la idea es que asuma también la portavocía de las Corts, ahora en manos de Eva Ortiz. El núcleo duro de Mazón se completa con ocho vicesecretarías más, algunas novedosas como la derechos civiles, y en las que el alicantino ha hecho un juego de equilibrios para contentar a todo el mundo y en la que también ha tenido en cuenta el peso territorial.

Así, hay guiños claros a la anterior ejecutiva de Isabel Bonig. Mazón no repesca a Ortiz, ex secretaria general, pero sí a la diputada Elena Bastidas y al portavoz de Villa-Real, Héctor Folgado. Ambos, considerados en su momento estrechos colaboradores de Bonig, ya estaban en el anterior organigrama y seguirán como responsables de Política Social y Comunicación, respectivamente.

Mazón incorpora también nuevos rostros en las vicesecretarías como el de Elena Albalat (Ecología) o Ernesto Fernández (Agricultura), ambos procedentes del mundo local o incluso Vicent Tolodí (Oliva) en esa nueva área de Derechos Civiles, que abarca temas como diversidad. Català, por su parte, sitúa a su persona de confianza, María José San Segundo, en la nueva vicesecretaria de Territorio (un área desde la que se tratará de dar el toque valencianista a la formación , con las señas de identidad como plato fuerte) mientras que Mazón confía en Macarena Montesinos, considerada como su alter ego, en el área de Acción Electoral.

Es en la letra pequeña de los equipos asociados a cada vicesecretaría (en total hay el equipo supera las 80 personas), es donde Mazón reparte juego y recupera a antiguos colaboradores de todos los gobiernos del PP, incluidos los de Francisco Camps y Eduardo Zaplana, que por diferentes cuestiones habían quedado varados.

Vuelven así a estar activos las exdiputadas Susana Camarero, o Asunción Quinzá o el exalcalde de Altea, Miguel Ortiz (un histórico del zaplanismo), Jesús Lecha (ex jefe de gabinete de Fabra), Alejandro Font de Mora (conseller con Camps), Luis Ibáñez o Antonio Lis, o el eurodiputado y exministro García Margallo, entre otros. Incluso la lista de 22 vocales del comité ejecutivo y de la junta directiva sirve a Mazón para repescar a viejas glorias, como el exconseller Carlos González Cepeda. En la ejecutiva, entran también, miembros de Nuevas Generaciones.

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