La Conselleria de Sanidad ha enmendado su plan de refuerzo de las vacaciones ante el repunte de casos de covid. Lo hace atendiendo a las quejas de una atención primaria colapsada entre el descanso estival de una parte del personal sanitario, el fin de 80 contratos covid de médicos de ambulatorios y la tarea de diagnóstico, seguimiento y rastreo de la mayor parte de los nuevos casos que acaban en los centros de salud incrementando el trabajo.

Así, durante la rueda de prensa, el president de la Generalitat, Ximo Puig, y la consellera de Sanidad, Ana Barceló, anunciaron que el plan de contratación de verano ampliaba el personal hasta los 7.300 contratos, casi 800 más de los que se anunciaron a mitad de junio. De estos, indicó, cerca de 2.000 se destinarán a los centros de atención primaria.

A estas nuevas contrataciones se le añadirán 450 nuevos rastreadores que ayudarán a mejorar las tasas de trazabilidad con las que ahora cuenta la Comunitat Valenciana y que la semana pasada se situaron en el 51 %, según los datos del ministerio. Es decir, que se desconocía el origen de uno de cada dos contagios. Estos irán, añadió Barceló, a los centros de salud y al servicio centralizado ubicado en La Fe.

También entrarán los 50 del Ejército que volverán a prestar este servicio tras el ofrecimiento de Defensa. De estos, expresó la consellera, «falta saber cuándo estarán activos», aunque destacó que no tardarán mucho tiempo puesto que ya disponen de la formación necesaria.

A estas dos medidas el jefe del Consell anunció, además, que se fijarán dispositivos centralizados para hacer test y descongestionar los centros de salud, aunque no especificó ni cuándo comenzarían a estar operativos ni qué tipos de lugares serían. Con estas nuevas contrataciones se busca descongestionar los centros de salud y frenar la curva epidemiológica.