Los términos «amplia» y «profunda» que vaticinaban la reforma del Ejecutivo de Pedro Sánchez le hicieron justicia. Los ceses y nombramientos cayeron como un goteo durante toda la mañana aunque todas las miradas se centraron en dos personas: José Luis Ábalos e Iván Redondo, hombres fuertes en el partido y en Moncloa. El valenciano, hasta ahora ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, sale de la cartera que asumió en 2018 y su caída acarrea un terremoto político en la C. Valenciana. La corriente ‘abalista’ se queda ahora sin su garante dentro del Gobierno Central y en el partido valenciano, donde los afines a Ximo Puig ganan peso y se consolidan con la elección de Diana Morant, alcaldesa de Gandia desde 2015 y cargo próximo al president, que será ministra de Ciencia e Innovación.

Morant cumple los requisitos que Sánchez ha impuesto a su nuevo equipo: juventud, feminismo y municipalismo. Asume la cartera que hasta ahora tenía el valenciano de adopción Pedro Duque, que no ha sabido dar visibilidad al cargo que asumió tras la moción de censura a Mariano Rajoy en 2018. Esta cartera que asume la gandiense no goza del mismo peso económico ni político que la que se pierde con Ábalos, si bien Sánchez ha querido mantener el reconocimiento al territorio valenciano en Moncloa con su nombramiento.

El cese de Ábalos y de Redondo, con graves enfrentamientos públicos y privados en los últimos meses, fue la sorpresa de la mañana y deja su futuro en el aire. Ayer en Ferraz y Moncloa se daba por hecho el cese de Ábalos como secretario de Organización del PSOE, mientras que en su entorno no lo daban por oficial. Su salida se esperaba para octubre, cuando el PSOE celebre en València su 40º Congreso.

Uribes: demasiadas polémicas

A la salida de Ábalos y Duque se une la del valenciano José Manuel Rodríguez Uribes, ministro de Cultura y Deporte desde 2020, que se enfrentó al sector nada más asumir el cargo por unas polémicas declaraciones en torno al cine. Desde entonces, su papel ha sido cuestionado junto al último desgaste sufrido por la vacunación de la selección española de fútbol para jugar la Eurocopa.

Por último, solo Luis Planas resiste como ministro valenciano en Moncloa (milita en Córdoba, pero su familia sigue en València). La dimensión de su cartera, con un pie dentro de las negociaciones del ámbito de la Unión Europea, le ha consolidado dentro del Consejo de Ministros.