El president de la Generalitat, Ximo Puig, aseguró ayer que se están realizando gestiones con el Gobierno central para eliminar la tasa que los regantes del Tajo-Segura pagan a las Confederaciones Hidrográficas por el mantenimiento de la infraestructura.

Puig mantuvo un encuentro con el presidente de Riegos de Levante, Javier Berenguer, celebrada ayer en el Palau de la Generalitat, en la que le comunicó las gestiones que la Generalitat ha puesto en marcha. Durante la reunión ambos coincidieron en la necesidad de suprimir el «tasazo» que supone un coste anual de 2,5 millones de euros a esta comunidad de regantes, con independencia de la llegada de agua.

Ximo Puig también reiteró la posición del Consell de seguir reivindicando el trasvase Tajo Segura, asegurando que no se va a renunciar a los volúmenes de agua necesarios del trasvase.

Como se recordará, el departamento que dirige Teresa Ribera anunció que implantará un caudal ecológico para el Tajo de 7 metros cúbicos por segundo cuando se aprueben los Planes Hidrológicos del tercer ciclo 2022-2027, ahora en exposición pública durante seis meses.

Esta transferencia ecológica permitirá seguir llevando agua a los campos del Vinalopó y la Vega Baja hasta el 1 de enero de 2026, cuando se aumentará el caudal a los 8 metros cúbicos por segundo. Esa magnitud sería, en la práctica, el fin del trasvase.

Garantizar inversiones

La propuesta del Ministerio de Transición Ecológica es una implantación progresiva del caudal ecológico, lo que daría un margen de cuatro años y medio a los regantes valencianos antes de que, técnicamente, el trasvase Tajo-Segura se denegara. La razón que aduce el departamento de Teresa Ribera es que, en este tiempo, daría tiempo a finalizar las infraestructuras previstas para obtener agua mediante la desalación, la depuración, la interconexión de redes y reutilización.

Por ello Ximo Puig destacó ayer la necesidad de que se ejecuten estas inversiones previstas, así como de armonizarlas para garantizar los recursos hídricos a la provincia de Alicante, «a precios razonables», ante cualquier modificación del trasvase. Por último, el president se comprometió a mantener abiertas las vías de interlocución con regantes y agricultores en el objetivo común de conseguir «agua para siempre» para la Comunitat Valenciana.