Casi todo el continente europeo está en shock por las consecuencias de las terribles inundaciones que por el momento han dejado más de un centenar de víctimas mortales y miles de desaparecidos. Unas cifras que son habituales en países en vías de desarrollo durante eventos fenómenos extremos (y de las que pocas veces se informa), pero que resultan muy impactantes en 2021 en el llamado "Primer Mundo". En algunos estados del oeste de Alemania, que son los que se han llevado la peor parte, se han llegado a recoger más de 200 l/m2 en pocas horas, batiéndose récords de acumulados e intensidad de lluvia en los observatorios de la zona. Una gota fría o DANA que ha cruzado el continente de oeste a este está favoreciendo el crecimiento de tormentas que localmente han sido muy fuertes. Como es habitual, y más ante los sucesivos fenómenos extremos que llevamos encadenando este año, ha saltado a la palestra el cambio climático, que ya se ha convertido en un arma arrojadiza en la campaña electoral de Alemania. Es demasiado osado relacionar un episodio puntual al cambio climático, aunque ya estamos viendo que se están produciendo un incremento de eventos o episodios atmosféricos extremos de consecuencias catastróficas. Pero pocos hablan del factor antrópico, y por ejemplo algunas de las localidades más afectadas están situadas en llanuras aluviales de ríos muy meandrizantes, que incluso presentan meandros abandonados. Precisamente justo tenemos dos precedentes similares en las mismas regiones en 1804 y 1910. También ha sido bastante criticada la gestión pre-emergencia y post-emergencia en Alemania. Por tanto, bastante ya de usar el comodín del cambio climático para justificar cualquier cosa. Y por cierto, con eventos similares en España apenas hay que lamentar víctimas mortales en los últimos años, y aunque hay que cosas que pueden mejorar más, tenemos que estar contentos de poder contar con una Protección Civil tan desarrollada y potente.