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Piques en el ala izquierda del Botànic

La rivalidad electoral entre Compromís y Unides Podem multiplica en los últimos tiempos los desacuerdos en asuntos claves - El partido de Pilar Lima se une al malestar del PSPV por la estrategia de la coalición sobre la financiación autonómica

Manolo Mata (PSPV), Pilar Lima (Podem) y Àguerda Micó (Compromís) F. Calabuig

Socios de gobierno en el Botànic y muchas veces aliados frente al PSPV en asuntos donde los intereses del tripartito no confluyen. Empujados a entenderse, pero también necesitados de diferenciación ya que pisan el mismo terreno electoral, una realidad que hace que, más allá de sintonías ideológicas y personales, surjan los enganchones entre ambos y no siempre por cuestiones de fondo. En Unides Podem se tiene la sensación de que Compromís acapara el protagonismo en asuntos donde, aunque van de la mano, los ritmos son distintos.

El último desgarro se ha producido a cuenta de la exigencia de la reforma de la financiación, una bandera que comparten los tres socios, pero que Compromís trata de liderar en solitario. No es el único. La conveniencia de convocar una nueva manifestación en Madrid para presionar al Gobierno de Pedro Sánchez para que impulse la reforma ha tensionado la relación entre la coalición que lidera Mónica Oltra y el PSPV, un roce que se vio claramente la pasada semana cuando el portavoz socialista Manolo Mata reprendió públicamente a Compromís por tratar de acaparar el protagonismo de las acciones. En su momento, recuerdan desde el PSPV, se acordó que no fueran capitalizadas por los partidos políticos, sino por la sociedad civil en el seno de la Plataforma pel Finançament Just, que reúne a partidos y representantes económicos y sociales. Pero la actitud de Compromís no solo molesta al PSPV.

A Unides Podem también le incomoda la actitud de su socio. El partido morado que lidera Pilar Lima ya ha advertido en varias ocasiones que las protestas no debe liderarlas un partido, sino la sociedad civil. Y mantienen que, una vez se reúna la Plataforma, en ningún caso la hoja de ruta de las movilizaciones podrá ser achacada a Compromís, sino al conjunto del colectivo. Tanto para socialistas como para los morados, Compromís está siendo desleal y advierten de que el PP, que acaba de sumarse a la Plataforma, es el que sacará tajada de esta estrategia y de una posible imagen de ruptura si Compromís cumple con su aviso de convocar de forma unilateral.

Desde el encuentro con Montero

El rifirrafe entre PSPV y Compromís sobre el alcance de las movilizaciones lleva activo desde el encuentro fallido de la plataforma con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el que enfrió las expectativas de una reforma a corto plazo, pero Unides Podem no está al margen. La propia Lima, a través de las redes sociales, advirtió a sus socios de que la reivindicación del nuevo modelo «no pertenece a ningún partido sino a la sociedad civil», al tiempo que se manifestó en contra de las «dinámicas que solo buscan titulares». «Hemos de abordar este asunto con unidad de acción, porque seremos más fuertes», dijo la líder podemista.

De momento, Unides Podem parece estar más en la línea de los socialistas, con quienes comparten gobierno en Madrid. Reclamar, sí; movilizar, también; pero que prime la prudencia respecto a una gran manifestación en Madrid. Pero, el pique entre Podemos y Compromís tiene más capítulos. Otro también reciente: la estrategia de vacunación.

En plena polémica sobre el retraso en la inoculación de dosis entre la juventud, Compromís pidió más vacunas y flexibilidad en los criterios para poder llegar a esta franja de edad. Una petición que Lima afeó al pedir que no se hiciera «populismo con la vacunación».

Y es que la gestión de la pandemia también ha sido escenario de rivalidad entre dos partidos que llegaron a ir unidos a las generales. En medio de la tercera ola después de las Navidades, Compromís apretaba al PSPV para endurecer las restricciones. Podem hacía lo propio e incluso iba más allá pidiendo un confinamiento que incluyera el cierre de colegios.

El ecologismo es otro de los terrenos donde la rivalidad se evidencia. Compromís, coalición a tres bandas y con una pata verde (Els Verds), pelea por el ‘copyright’ de unas políticas verdes que Unides Podem incorporará oficialmente con la denominada Alianza Verde en la Comunitat Valenciana, liderada por Julià Àlvaro, un ex de Compromís asesor ahora de Podem.

Las políticas verdes han llevado al partido de Pilar Lima a tratar también de tener protagonismo en la controversia sobre la ampliación del Puerto. Compromís, además, quiere hacer suyo el espíritu del 15M, un movimiento vinculado claramente en el imaginario colectivo a los morados. El monolito al 15M impulsado por el alcalde Joan Ribó es otro ejemplo del pique soterrado entre dos formaciones que están abocadas a competir electoralmente en el ala izquierda del Botànic.

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