Que las medidas contra la covid no tienen un efecto inmediato se sabe desde la primera ola. La puesta en marcha de restricciones tiene un margen para cabalgar la curva que va de los 10 a los 14 días, tiempo en el que si no empieza a cambiar la tendencia... se tienen que considerar nuevas medidas. Es por ello que entre los 32 municipios que hasta ahora cuentan con una restricción de movilidad nocturna, solo 10 han conseguido contener el avance del virus.

La última actualización por municipios de la Conselleria de Sanidad muestra que los 8 días que lleva en marcha el toque de queda en los municipios señalados no han sido suficiente. Algo menos de un tercio han conseguido cambiar su tendencia, bien logrando que la línea epidemiológica mire hacia abajo y cuentan con una incidencia acumulada menor que en el momento en que se anunció el toque de queda, o bien porque el avance que llevaban se ha visto totalmente frenado en la última semana.

En la primera situación, solamente se encuentran Almàssera, l’Eliana y Benicàssim, aunque las tres localidades continúan por encima del riesgo extremo situado en 250 casos por 100.000 habitantes. Almàssera ha caído de los 712 contagios por 100.000 habitantes que registraba el día 9 de julio (cuando se solicitó por parte de la Conselleria de Sanidad al Tribunal Superior de Justicia que avalara la restricción de movilidad nocturna) hasta los 443 notificados ayer; mientras que Benicàssim ha descendido de los 914 hasta los 844 y l’Eliana, desde los 757 hasta los 680 casos por 100.000 habitantes.

Situación distinta, aunque siempre por encima del marcado como «riesgo extremo», están otras siete localidades que han conseguido reducir o estabilizar su tasa de contagios en la última semana, aunque no hayan logrado bajar de los niveles previos al toque de queda, un dato significativo tras un fin de semana de alza generalizado. Es el caso de Alaquàs, Benifaió, Mislata, Moncada, Requena, Tavernes Blanques y Vilamarxant.

Por su parte, el resto ve cómo en la última actualización supera los registros con los que contaba el viernes. El mayor ejemplo es el de la ciudad de València que el viernes parecía haber frenado su crecimiento (subió de 774 casos por 100.000 habitantes hasta 785 entre semana), pero que ayer volvió a registrar otro incremento importante hasta los 844 contagios por 100.000 habitantes. Peor es la situación en Buñol o Gandia donde el incremento de las infecciones ha sido constante en la última semana y media hasta alcanzar los 1.231 y 881 casos por 100.000 habitantes, respectivamente, en un ascenso del 684 y del 130 % en semana y media.

El avance de los contagios, no obstante, es generalizado en la mayoría de las localidades de la Comunitat Valenciana, extendiendo el «riesgo extremo» hasta 251 municipios (el viernes eran 215), prácticamente la mitad de las localidades valencianas (el 46%). Dentro de estas están las tres capitales de provincia (Alicante con 393 casos y Castelló con una incidencia de 491) y prácticamente todo el litoral donde solo resiste el sur autonómico.

De hecho, aunque desde la Conselleria de Sanidad insisten que para las medidas del toque de queda no solo se tiene en cuenta la incidencia acumulada sino otros parámetros como positividad o grupos afectados, hay localidades como Calp, Peñíscola o Torreblanca que opositan a entrar en el grupo de municipios con medidas extra.

En estos tres casos la incidencia es de 1.363, 950 y 793 casos por 100.000 habitantes, respectivamente, cifras superiores a la de algunas poblaciones que actualmente se encuentran bajo la restricción de movilidad nocturna.