De los barros de aquellas reducciones de presupuesto, estos lodos de peores recursos para afrontar las crisis. La inversión pública en materia sanitaria cayó a la mitad entre 2011 y 2018, años de la última recesión económica que han acabado siendo también los años previos a la crisis del coronavirus, tanto a nivel sanitario como a nivel social y económico.

Así lo señala elestudio «El stock de capital en España y sus comunidades autónomas» elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) y la Fundación BBVA. En este, publicado ayer, se muestra cómo el aumento de la inversión pública no ha sido suficiente para cubrir la depreciación, es decir, permitir el mantenimiento de las infraestructuras y equipamientos ya existentes.

Según las cifras de este centro, entre 2011 y 2018 (último año disponible para la desagregación por sectores) la inversión y el capital productivos del sector de la sanidad pública en España cayeron un 50,7% y un 10,2%, respectivamente. Ambos conceptos son los que recogen el gasto público realizado en construcciones no residenciales (hospitales y centros de salud), en equipos médicos, maquinaria, activos TIC e I+D.

El informe desgrana que estos bajos niveles de inversión de las administraciones en la última década se debe a un intento de controlar el déficit público. Así, señala que los prolongados ajustes en la inversión pública han reducido, entre otros activos, las dotaciones y los equipamientos de servicios sanitarios, lo que ha agravado los problemas de congestión hospitalaria padecidos durante la pandemia, al sufrir más presión que otros países próximos que cuentan con más dotaciones.

«Las consecuencias de este retraimiento han sido severas en la inversión en educación y sanidad, como hemos tenido ocasión de comprobar en este año de covid», expresan los responsables del estudio dirigido, entre otros, por la catedrática de Fundamentos de Análisis Económico de la Universidad de Valencia y directora de Proyectos Internacionales del Ivie, Matilde Mas Ivarse; y el también catedrático de Análisis Económicos y director del instituto, Francisco Pérez.

Por último, consideran que de cara al futuro «es de esperar que la puesta en marcha de las medidas incluidas en las ayudas europeas Next Generation EU contribuyan a compensar los fuertes recortes que tuvieron lugar durante la salida de la crisis».