Otro lunes con ese susto en el cuerpo que dejan las actualizaciones que acumulan las cifras del fin de semana. Especialmente el número de las hospitalizaciones, ese dato que se ha convertido en uno de los índices clave para seguir la evolución de la pandemia y la consecuencia que tienen los casos que, en su mayoría, son asintomáticos.

La semana comienza con 715 personas hospitalizadas con covid, 129 más que los 586 de los que se informó el viernes. Este incremento, que supera al que se vivió el pasado fin de semana cuando se rozaron las 100 personas más hospitalizadas, sitúa a la Comunitat Valenciana en niveles asistenciales de marzo con una de cada seis camas hospitalarias ocupadas por pacientes con covid.

También continúa en pleno ascenso la presión en las Unidades de Cuidados Intensivos que ya tienen una de cada diez camas ocupadas por hospitalizados con covid. En este sentio, tras el fin de semana, ya hay 91 valencianos y valencianas ingresados en este tipo de salas y son 13 más que los que había el viernes.

Peores datos son los cuatro nuevos fallecimientos, una cifra que, si bien está lejos de las que se registraban en momentos con una transmisión similar sin vacunación, sitúa el número oficial de personas que ha perdido la vida por la covid durante la pandemia en la C. Valenciana en 7.482.

Previo a la subida de los hospitales, como causa y reflejo del avance epidemiológico, está el aumento de los contagios. Son 3.482 casos nuevos, récord en esta cuarta ola en la Comunitat Valenciana, aunque hay que tener en cuenta que se contabilizan también los del fin de semana. Con esto, la incidencia acumulada sigue en su particular escalada y ya son 592 positivos por 100.0000 habitantes en las últimas dos semanas, 100 puntos por debajo de la media española, pero más del doble del límite considerado como «riesgo extremo».

Dentro de estos nuevos contagios se encuentran los 121 casos entre reclusos del brote que afecta a la cárcel de Fontcalent, en Alicante. En este sentido, según informaron fuentes de Instituciones Penitenciarias, aunque la mayoría de casos confirmados son «leves y asintomáticos», las instalaciones seguirán en «cuarentena preventiva» hasta que las autoridades sanitarias determinen.

Para evitar este tipo de brotes en las residencias de mayores, desde la patronal de estos centros, Aerte, piden a la administración autonómica, que se realizaran pruebas PCR en el personal, «de manera periódica, a la vuelta de vacaciones y en las nuevas incorporaciones». También insisten en que estas pruebas cubran a los que ingresan por primera vez en un centro y a la vuelta de hospitalizaciones. «No entendemos estas pruebas como un indicador para relajar las medidas, sino para llevar a cabo un control de la situación», señaló su presidente José María Toro.