Tras el anuncio de Benivisión (el certamen que en 2022 intentará recuperar el esplendor del festival de la Música de Benidorm para elegir la voz de España en Eurovisión), Puig anunció ayer que el congreso de los socialistas valencianos del próximo mes de noviembre también será en la capital de la Costa Blanca. Es una forma de predicar con el ejemplo sobre la descentralización y de tener «un gesto» con la ciudad emblema del turismo en un año especialmente duro para este sector económico.

El PSPV volverá así a repetir provincia, ya que el congreso anterior (el XIII) se celebró en el recinto ferial alicantino, ubicado en Elx. No es solo un gesto simbólico, es un guiño con contenido político. Alicante es un territorio marcado en rojo para los socialistas. Es el bastión del PP en la C. Valenciana (controla la diputación desde los años 90), el espacio del nuevo líder del PPCV, Carlos Mazón, y donde los partidos tradicionales tienen más peso relativo, en especial en las comarcas más al sur. Benidorm tampoco es una elección políticamente gratuita. Es una ciudad gobernada ahora por el PP. Su alcalde, Toni Pérez, es el nuevo hombre fuerte en la provincia.

En esta política de descentralización, el congreso de país vendrá predecido de una convención estratégica que se celebrará en Castelló (la ciudad está por decidir) el 29 de octubre. Y antes de eso, el PSPV presentará su ponencia política y estatutaria en la provincia de València el 16 de septiembre.