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La doble condena del caballero repudiado por la Orden de Malta

Un valenciano casado con una princesa afronta dos años de cárcel tras ser acusado de sustraer manuscritos históricos para ocultar su verdadero linaje y así ascender en la organización religiosa

Una agente repasa uno de los manuscritos robados. | LEVANTE-EMV

Primero fue expulsado de la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de Malta, acusado de falsear su genealogía para ascender a la categoría de Caballero de Honor y Devoción. Ahora, el juzgado de lo penal de Teruel le ha impuesto una pena de 24 meses de prisión por un presunto delito contra el patrimonio histórico. Es la doble condena de un valenciano de 38 años que en 2011 contrajo matrimonio con una princesa alemana y en 2018 fue detenido por la Guardia Civil en Madrid -donde reside- en el marco de la «Operación MaltaTeruel», supuestamente por sustraer y arrancar diversos manuscritos de los siglos XVII, XVIII y XIX del Archivo Histórico Diocesano de Teruel correspondientes a partidas de bautismo y matrimonio de sus antepasados.

Su objetivo, según considera probado la sentencia de primera instancia -que la defensa de O.D.A.P. ha recurrido ante la Audiencia Provincial- era ocultar su verdadero linaje y probar méritos suficientes de «cristiandad, legitimidad y nobleza» para escalar un peldaño en el grado de distinción de la casi milenaria organización religiosa, donde había sido admitido inicialmente como Caballero en un rango menor.

El acusado, acostumbrado a moverse entre la aristocracia, es un estudioso de la genealogía con numerosas publicaciones en su haber que a principios de siglo fue seminarista en Moncada y en 2015 ocupó el puesto número 6 en la candidatura del PP en Paracuellos de Jarama.

Su condena parte de una denuncia del párroco director del Archivo Histórico Diocesano de Teruel, institución a la que el fallo judicial le obliga a indemnizar con 12.000 euros por los daños ocasionados. El sacerdote fue advertido en 2017 de la sustracción de los manuscritos a raíz de la investigación interna encargada por el canciller de la Orden de Malta e instruida por el Fiscal de la misma ante las sospechas de que O.D.A.P. podría haber falsificado su linaje para obtener el título de caballero. Las pesquisas permitieron descubrir que se habían mutilado parcialmente tres libros de partidas sacramentales, mientras que otro había desaparecido: el Libro II de la parroquia de Barrachina (1693-1774).

Catorce días después de la denuncia, sin embargo, el responsable del Archivo volvió a comparecer ante la Guardia Civil para poner de manifiesto que había recibido un paquete postal con esta último publicación enviada desde una parroquia de Madrid con una nota escrita a máquina en la que se informaba de que el libro había sido entregado por una persona en confesión, que la sentencia identifica con O.D.A.P. Según declaró ante la jueza el sacerdote, el acusado se había presentado unos días antes en el Archivo como un conocido del párroco auxiliar de la Biblioteca para consultar los libros sacramentales de varias parroquias. Poco después de dejar el complejo, O.D.A.P. remitió un correo al director pidiendo nueve partidas de los Libros de Barrachina referidas a su familia, solicitud en la que insistió el día siguiente y en persona un día después al término de una misa que ofició el párroco en la catedral. El genealogista expuso al denunciante la imperiosa necesidad de obtener las certificaciones solicitadas del Libro II. El director del archivo apreció en la conversación una «autoinculpación» del acusado porque, según su testimonio, éste admitió conocer que el libro había llegado bajo secreto de confesión a Teruel, algo que el propio párroco en ese momento desconocía. La resolución judicial subraya las prisas y la insistencia de O.D.A.P por lograr las partidas, junto a su «nerviosismo y desasosiego».

La investigación de la Orden de Malta determinó que las pruebas presentadas por el acusado para ascender a Caballero de Honor y Devoción eran falsas a partir del sexto tatarabuelo por parte paterna. Supuestamente, según los peritos, O.D.A.P. habría intentado demostrar su nobleza con datos referidos a otro linaje que no se correspondían con su verdadera ascendencia.

Un complot en su contra

Este diario se puso en contacto con el acusado, que declinó dar su versión de los hechos a la espera de una sentencia favorable de la Audiencia. Su defensa en el juicio atribuyó la denuncia a un complot que busca su descrédito personal y profesional y pidió la nulidad de la causa -en la que el Obispado de Teruel se personó como acusación particular- por razones procedimentales y de forma, argumentando lagunas y vulneraciones en la investigación. También alegó la prescripción del presunto delito apelando a que O.D.A.P. se habría visto expuesto a ser descubierto por la Orden de Malta desde que se inició su expediente de acceso en 2004, cuando la sentencia establece el presunto delito diez años más tarde, entre 2013 y 2014. La jueza tumbó todos estos razonamientos y aplicó la pena de dos años de cárcel defendida por la Fiscalía, aunque absolvió al acusado de hurto.

El genealogista valenciano se casó en 2011 con la princesa Benigna de Reuss -hija del príncipe Enrique X Reuss, residente en Madrid y pariente cercana de la familia real holandesa- en un palacio de la localidad alemana de Greiz. La boda fue oficiada por un cardenal expresamente llegado de Roma, con una amplia representación de la aristocracia europea. Las crónicas de la ceremonia describen a su esposo como «un noble español».

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